Capítulo doce: Lamento incomprensible

768 90 29
                                    

Nuestras miradas se han conectado, expresando cada una un sentimiento diferente. La mía, sorpresa, y la suya simplemente indiferencia, con un deje de tristeza.

Las palabras no salen de mi boca, pero estoy pensando en demasiadas cosas a la vez.

Kayano, vestida con una capa verde oscura, y una capucha en la cabeza...Mi querida hermana...Mis ojos contradicen mi creencia de que no es cierto que ha querido matarme.

—¿Qué estás haciendo?...—pregunto, balbuceando, sin poder moverme. Mis labios tiemblan, y me siento como si fuera a desfallecer de un momento a otro. A pesar de que ya he pasado por algo parecido a esto antes, el dolor es el mismo que cuando pasó lo de Rio...El mismo, o más fuerte.

Ella se acerca lentamente a mi, Karma se pone tenso al observar cierto movimiento, preparándose para...¿Defenderme?

—Eso debería preguntarte yo a ti, Manami...Estás haciendo algo horrible—dice, mirando al suelo—Yo te quería...Mucho, pero no puedo permitir que hagas algo como eso.

¿Qué está diciendo?...No comprendo absolutamente nada, estoy tan absorta, observando como se acerca con un cuchillo plateado a mí.

¿Merezco morir?¿Estoy haciendo algo malo?...Si Kayano dice eso, es que es verdad, entonces no debería resistirme...

Ella tiene razón...Ella siempre tiene la razón...Como cuando éramos pequeñas...

"Haz caso a tu hermana mayor" "Ella sabe lo que es mejor para ti"

Sí...Las palabras de aquella gente...Son ciertas...

—Oh, vaya...¿Quieres matarla?—la voz de Karma hace que vuelva en mí, sin embargo, está lejos de mí, am mis espaldas-Entonces, toda tuya¡Nos vemos!

Kayano aprieta los dientes, con rabia. Su mirada frívola, intenta corromper esa sonrisa burlona de Karma, quien se aleja corriendo del lugar.

No...Eso ya no es verdad...¿Karma me acaba de abandonar?Demasiado falso...

—¿Qué?...—murmuro, completamente asombrada y desolada.

Casi puedo oír como mi corazón se parte en miles de cristales. Akabane acaba de romper todo lo que quedaba de mi.

El amarillo de mi hermana se encuentra con el morado de mis vacíos orbes.

¿Por qué hay tanta duda en esos ojos, tanta tristeza y tanta ira a la vez?...Kayano está hasta más confusa que yo.

No obstante, ese pelirrojo se ha ido tan contento...¿En verdad no le importaba?

Imposible, debo confiar en él...Seguro que volverá a ayudarme, y, mientras tanto, debo ganar tiempo...Sí, debe ser eso, yo...Confiaré en Karma hasta el final...

—Vaya amigo te has buscado¿Eh?...Para que querer enemigos cuando tienes amigos que te abandonan así—dice, con una sonrisa torcida, sin mirarme.

Mi voz segura resuena en sus oídos cuando en voz alta recito mis pensamientos.

—¡Él volverá!¡Nunca me dejaría sola!¡Y menos en una situación como esta!

Ella se ríe suavemente.

—Prestando confianza a todos, como siempre...Es una pena que hayas tenido que irte por el lado malo. Nunca te ví como una asesina—sus palabras de nuevo confunden mi mente. Yo no soy una asesina, ni mucho menos...

¿Qué debe haber ocurrido para que ella piense eso de mí?

De repente, me tumba al suelo de un fuerte placaje, alzando la mano donde sostiene el cuchillo, acercándolo cada vez más a mí.

Su verdad [Karma×Okuda]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora