Capítulo diez: El cuchillo de Asano

842 89 33
                                    

En fin... Supongo que no hace falta pensar mucho para imaginar lo que pasó al decidir comerme el pulpo por educación...

—Qué asco...Justamente, tenía que ser pulpo...—exclamo, con una notable cara de desagrado.

Karma me mira, aguantando la risa.

Asano esboza una cordial sonrisa en su cara, sin saber exactamente qué decir.

Mi cara adopta un color carmesí en seguida, al enterarme de que nuevamente he dejado escapar la verdad.

—Puedo prepararle otra cosa, señorita Okuda...—dice, con una sonrisa forzada.

Oh, Gris...Menudo embrollo...

—N-no hace falta, n-no tengo mucha hambre...—intento mentir, ya que mi barriga hace ruido desde hace un rato. Obviamente, sale mal—N-no es cierto, me muero de ganas de comer algo...

Asano se retira hacia la cocina de su castillo para prepararme otra cosa de comer, según él dice.

Miro hacia el suelo, totalmente avergonzada.

Este tipo de cosas, solo pueden pasarme a mí...

Suspiro, sin poder evitarlo.

Bueno, se supone que debería estar acostumbrada a esto, pero...

Desde que estoy con Karma, es como si hubiera olvidado casi por completo lo que soy...

Con él el tiempo parece volar...

—Sí, cuando estoy con Karma, definitivamente, soy más feliz que de costumbre...—digo, sin darme cuenta, con una natural sonrisa en el rostro.

O-otra vez...

No levanto mi cabeza por miedo a lo que responderá...

Que tonta soy...

Diga lo que diga, no será con intención de hacer daño.

Él no dice nada.

Decido finalmente mirarle.

Su rostro está levemente sonrojado, y sus ojos más abiertos que de costumbre.

Verle así sólo hace que mi cara se vuelva el doble de roja.

—N-no...Y-yo...K-Karma...Yo...—balbuceo sin sentido—No...¡No me arrepiento d-de...Pensar eso!Realmente te aprecio.

Confieso, totalmente consciente.

Aparto levemente la mirada por vergüenza.

Madre mía, esto debe haber incomodado mucho a Karma.

Debería pensar más en lo que digo...

Pero, eso...Realmente ha salido de mi boca por mi propia voluntad...

Nuestros rostros se acercan lentamente, yo no sé qué mirar ahora mismo que no sean sus ojos.

No soy capaz de pensar en nada más cuando le miro.

Me interno en ese bello amanecer, que tiene Karma por ojo, dejando que la luz de su mirada me envuelva poco a poco.

La intensidad que emete es tanta que...Me abruma...

Siento una pequeña ráfaga de viento y veo algo pasar frente a mis ojos rápidamente.

¡Un...Cuchillo!

Me aparto rápidamente, con tal fuerza que caigo de la silla, impactando en el suelo.

Me levanto sin prisas y veo el utensilio de cocina afilado clavado en la pared rosada, que por poco me mata.

Su verdad [Karma×Okuda]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant