CAPITULO 1

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Bajo el hermoso sol de California, en la cocina de una de las casas cercanas al mar, una mujer de mediana edad observaba con felicidad y añoranza fotos de su numerosa familia. Su favorita era, sin duda alguna, la que en aquel momento sostenía; el atardecer inundaba la fotografía, solo interrumpido por 6 figuras que reían, compartían, expresaban euforia.

Comenzando por la izquierda, un joven alto y sonriente envolvía en un abrazo de oso a una chica de cabello negro como el ébano, que lucía una mueca entre enfadada y divertida. Sus ojos, azules como el mar, expresaban calma y ternura, contrastando con la mirada de su hermano, verde y vivaz;
Sergio y Rachel, hoy de 18 y 17 años, conservaban la complicidad que desde siempre habían compartido. A su lado, un niño le susurraba algo a su hermana gemela, quien reía a carcajadas. La tenue luz de la puesta de sol hacía ver sus cabellos cobrizos; los ojos del primero eran color chocolate y albergaban una inmensa bondad; los ojos de la niña, aunque fueran del color del caramelo, poseían la misma expresión. A pesar de que ahora estaban más altos y tenían 16 años, James y Juliet no habían cambiado en  nada.

Para cerrar la imagen, a la derecha del todo, una pareja posaba mirando hacia la cámara. El hombre, de mediana edad y cabello desordenado marrón claro, rodeaba la cintura de una mujer de ojos verdes y melena roja como el sol que se despedía tras el horizonte. Ambos hoy tenían 40 años, pero en absoluto lo aparentaban; quizás fuera porque ellos creían firmemente en que la felicidad es la fórmula de la juventud eterna.

Esa era su familia. Todo lo que más quería y por lo que lucharía hasta donde hiciera falta. Miró más detenidamente a la pareja de la derecha y sonrió. Parecían enamorados hasta los huesos, y nunca una primera impresión fue más cierta; cada día que pasaba se enamoraba más de su marido, Liam Payne, uno de los cantantes más famosos del mundo. Un hombre que hizo de sus sueños adolescentes la vocación de su vida, al igual que ella.

La mujer que recordaba, allí en Los Angeles, se llamaba _____ Peterson, artista valorada a nivel mundial. Comenzó como empiezan los grandes, creando hermosas criaturas a altas horas de la madrugada, narrando hazañas de héroes antiguos que cayeron injusta y tristemente en el olvido y recitando poesía en locales de mala muerte, quizás exponiendo en algún lugar perdido de su ciudad natal, soñando con el día en el que otras personas pudieran disfrutar tanto de su arte como lo hacía ella. Jamás se rindió, y seguramente fue eso lo que la llevó a la cima.

De repente, la puerta principal de la casa se abrió con un estruendo. _____ apartó las fotos de la encimera y sonrió al escuchar tres voces mezclarse y armar barullo. Sus hijos habían llegado.

-Oh, Dios, acabas con mis jodidas ganas de vivir, James.- diferenció aquella voz como la de Juliet. Frunció el ceño ante las malas palabras que estaba escuchando.

- ¡Tú sí que acabas con las mías niña, y con mi paciencia!- respondió James.

- ¡No me puedo creer que estéis peleando por esta tontería! No es para tanto, chicos-  sonrió al escuchar a Rachel intentar poner paz. Menos mal que por lo menos una de sus hijos poseía algo de cordura.

- ¡No soy yo, es esta niñata enana e inmadura!- ______ no pudo contener una carcajada al escuchar a James. ¿De verdad acababa de llamar a su hermana ''enana'' e ''inmadura''? ¡Tan solo nació 5 minutos antes que ella!

- ¡TAN SOLO ME SACAS 5 MINUTOS DE VIDA EN LOS CUALES LA SANGRE NO TE LLEGÓ BIEN AL CEREBRO!- chilló Juliet.

- SUFICIENTE PARA SUPERAR A ALGUIEN QUE NI SIQUIERA TIENE UNO- _____ volvió a reír cuando escuchó a James contestar a su hermana, y sus carcajadas aumentaron cuando el niño entró despavorido en la cocina, huyendo de Juliet.

-¡DÉJAME QUE LO MATO!- chilló esta, sujetada por Rachel, quien se debatía entre estar mosqueada o divertida.

- Vamos a ver niños, ¿qué está pasando aquí?- preguntó _____ calmada.

-Mamá, dile al adoptado este que papá y tú no os conocíais desde pequeños.- alzó una ceja sorprendida. ¿Por esa tontería se venían gritando así?

- Mi estúpida hermanita, para mi gran desgracia somos iguales, no creo que sea adoptado. Por cierto, yo tengo razón.- replicó James. ____ negó con la cabeza y empezó a servir la comida.

-Mamá.....a todo esto....nunca nos has contado vuestra historia.- murmuró Rachel pensativa.

- Cierto. Seguro que empezó en el patio de algún colegio.-

-James, me matas del aburrimiento.- susurró Juliet.

Rachel rió divertida y los tres hermanos fueron a sus habitaciones a dejar sus mochilas. Cuando volvieron a entrar en la cocina, me miraron los tres a la vez y simplemente dijeron:

-Mamá, queremos que nos digas cómo conociste a papá.- ____ miró a los tres un poco asustada.

-A veces me dais miedo, enanos.-dijo bromeando.

-Lo sabemos, por eso lo hacemos- contestaron otra vez al unísono sonriendo de oreja a oreja. Ahora le tocó a ella mirarles indignada.

-Seguro que lo teníais ensayado...- contestó entre dientes.

- No, nos sale natural. Bueno, qué, ¿nos cuentas la historia? - dijo Juliet impaciente.

-Si os morís por saberlo, sí, os contaré algo....-

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Primer capítulo editado. Espero de todo corazón que os guste. En multimedia Rachel, Sergio (arriba) Juliet y James (abajo).

Ele

COMO CONOCÍ A VUESTRO PADREWhere stories live. Discover now