Capítulo 10

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Albus, emocionado, se arrimó a la ventana del tren, observando como la estación King Cross se acercaba cada vez más. Por muchas discusiones, peleas y desacuerdos que tuvieran, seguirán siendo sus familiares, algo tontos, pero aún así siempre dispuestos a ayudarle con lo que pudieran y a amarle muchisimo.

Scorpius, por otro lado, se encontraba más nervioso que emocionado. Pero, aún así, intentaba no concentrarse en eso y pensar que, después de todo, independientemente de lo que pasara, Albus estaría con él en todo momento.

--Mira, todo va a estar bien--el rubio lo miró, sintiéndose enternecer ante la mirada de preocupación que Albus le dirigía--, ya conoces a la mayor parte de mi familia. 

Scorpius asintió.

Cuando el tren se detuvo en la estación, se creó un revuelto a la hora de bajar, pero ellos, deteniéndose a acomodar sus baúles y lechuzas, se quedaron atrás. Cuando se encontró todo más despejado, con la mitad del alumnado abajo, Albus se apresuró a salir junto con Scorpius, ambos dirigiéndose hacía la misma dirección que James, Lily, Rose y Hugo habían tomado momentos antes. 

--Papá--murmuró Albus, dándole un abrazo rápido (aunque algo tímido, pues aún su relación no era tan estrecha), para luego pasar a besar a su madre, quien le estrujo con fuerza en un abrazo--, mamá. Hola.

--Tanto tiempo sin verte--Ginny dijo, repartiendo besos por todos lados. Albus, sonrojado aunque complacido, se apartó, ocasionando una pequeña risa de Scorpius--, tu debes de ser Scorpius.

--Sí, un placer--extendió su mano, educación ante la que Ginny sonrió.

--Igualmente.

--Yo soy Harry--el padre de Albus se acercó, observando al chico. Si bien era igual a su antiguo enemigo de colegio, el cual, en parte, ya había quedado en el olvido, había algo en la forma en cómo sus ojos se movían hacía Albus, buscando seguridad en él, que le hizo sonreír--, un placer también, Scorpius.

--Gracias por permitirme quedar en su hogar--el rubio continuó, intentando, con nerviosismo, causar una buena impresión. Albus sonrió.

--No hay problema--Ginny sonrió de vuelta, guiandolos hacia donde sus tíos, junto con sus primos, les esperaban. 

Todo pareció resultar increíblemente bien, en lo que a presentaciones se refiere, ya que Hermione y Ron aceptaron a Scorpius sin ningún problema, ignorando su apellido y el pasado que tenían en relación a éste.

Salieron de la estación con rapidez y llegaron a la casa de los Potter con la misma facilidad, ya que ésta se encontraba relativamente cerca. Scorpius descubrió, con asombro, que era pequeña, comparándola con la mansión Malfoy, y sumandole el hecho de que pertenecía al Salvador del mundo mágico, del cual se esperaría, por lo general, riquezas y cosas por el estilo: aún así, era terriblemente acogedora, tanto, que no pudo evitar sonreír al momento de entrar a la habitación de Albus y sentirse cómodo, casi como si se encontrara en su casa. Aunque, supuso, que no se trataba solo del lugar, sino que la presencia de su amigo, y la amabilidad de la familia de éste, eran lo que generaban aquella sensación.

(...)

Días después, la noche anterior al día de navidad, la familia entera se reunió.

Los abuelos de Albus, Molly y Arthur, vinieron desde la Madriguera, a través de la chimenea, junto con Ron y Hermione. Hugo y Rose llegaron tiempo después, junto con sus tios, Bill, su familia, y Charlie (Scopius descubrió, con un sobresalto, que Rose apenas y si lo saludó, considerando el hecho de que eran novios; y, pensándolo mejor, hace días que no se hablaban, incluso desde antes de tomar el tren. Curioso, pensó en cómo no había notado aquella distancia). Percy, según le dijeron, vendría más tarde, ya que tenía turno hasta tarde en el Ministerio.

El amor que llevo dentro (Scorbus)Where stories live. Discover now