Te reto.

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James encendió su auto, se vio en el espejo y sonrió, al fin tenía la edad para tener su propio auto. Se arregló el cabello y vio como la vecina de la casa de al frente salía apurada poniéndose un zapato mientras comía y se arreglaba la chaqueta.

Esa chica siempre le pareció bonita algo extraña pero tenía su toque de curiosidad. Condujo el auto tranquilamente hasta donde estaba ella y bajó el vidrio del copiloto.

—¿Necesitas algo de ayuda? —preguntó James sonriendo de lado y ella lo vio.

—¿Me puedes llevar? Voy tarde —Dijo la muchacha intentando arreglarse el cabello y él frenó. Iba a hacer su acción buena del día.

—Sube, yo te llevo —dijo James y sus ojos azules se achinaron al sonreír. Mega disimulando su asombro de que su vecino lindo la llevara al colegio, subió al carro terminando su sándwich y cuando ya estaban en movimiento terminó con su cabello.

James se preguntó si no había salido en pijama, ya que la chica tenia una camisa mas grande que ella, tal vez se le olvidó con el apuro que llevaba; por no ser grosero no mencionó nada al respecto.

La chica se sonrojó por la mirada de James y se vio en el espejo, se maquilló un poco y antes de darse cuenta habían llegado justo a tiempo al colegio. Diez minutos antes de la campana. Megan le sonrió a james y él se la devolvió.

Megan abrió la puerta y antes de salir se volteo hacia James.

—No quiero parecer... interesada pero... ¿me puedes traer al colegio mañana? Por favor —juntó ambas manos y él sonrió de lado.

—Claro, por qué no — sonrió y la pelinegra le dio un beso en la mejilla y se bajó del auto.



—Y no sabes, una tipa, sí puede ser realeza y todo lo que quieras pero para mi es una tipa... Y le hizo una raja a Ed en toda la cara, ¡Su cara preciosa! — chilló la pelinegra y James en silencio pedía piedad.

—Oh escucha, es mercy de Shawn Mendes —dijo subiéndole a la radio y ella alzó la ceja. ¿La estaba callando?

—Hoy era mi turno de hablar, ya que ayer tú hablaste sin parar de el nuevo juego de Assassin's Creed y la película que saldrá, así que se agradece el silencio, debes escuchar —dijo la pelinegra terminando de aplicar rimel a sus pestañas— Te estoy haciendo un favor, cuando tengas novia, serás un buen oyente —sonrió y él la vio fastidiado; no tenía ninguna clase de interés en lo que le haya pasado a Ed Sheeran.

La chica siguió hablando animada de sus chicos famosos mientras James solo quería golpear su cabeza contra el volante, ¿Quién se supone que era Ian Somerhalder? Pedía tanta mercy como Shawn Mendes, que ya sabía que venía de Magcon gracias a su parlanchina copiloto.

Cuando estacionó el auto en el estacionamiento del bachillerato la miró recoger sus cosas.

—Te propongo algo... — James dudó un momento pero luego se recompusó, lo iba a hacer, sería su mes de felicidad— Debes dejar de hablar por un mes de cualquier chico que no sea del colegio o de tu familia, así como no pueden ser de libros —se apresuró a decir antes que se le escapara algún detalle.

Megan pareció pensárselo y frunció los labios viéndolo. Si él podía librarse de sus novedades, ella se libraría de The Walking Dead y Grey's Anatomy.

—Acepto — dijo sonriendo y él chico celebro alzando las manos al cielo— Con una condición, tú debes dejar de hablar de cualquier serie que veas y de cualquier videojuego.

James pareció pensarlo más de dos veces y se giró hacia ella.

—Bien, no puedes corregir ningún chisme, ni se te ocurra mencionar algún nombre de algún famoso o libro.

—De nada con nadie. Por un mes. —dijo guardando su maquillaje— ¿Qué gano con esto?

El ojiazul pensó un momento y sonrió.

—Te llevaré a una librería y podrás escoger el libro que quieras y contarme al respecto, yo no podré quejarme —dijo y ella sonrió entusiasmada— Pero si pierdes... serás mi sirvienta por un mes, sin quejas y verás todas las series conmigo, para así poder gritarle a alguien y no al televisor...

—Trato hecho —dijo sonriendo Megan y estrecharon sus manos— ¿Cuándo iniciamos?

—El primero de noviembre, hasta diciembre —Sonrió y ella asintió.

—Perfecto, el próximo martes.

Aunque no quería admitirlo le estaban entrando ya las ansías y James lo notó.

—Será mejor que empieces a descargar todo lo que sabes de Ashton Irwin con tus amigas hoy —Sonrió James con superioridad y ambos bajaron del auto.

El juego iba a iniciar.

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