11 de noviembre.

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Esta seguramente, sería la semana en que ambos adolescentes fueron sin tanta charla en el auto de James, era un silencio en el que podías sentir la tensión en el aire. James manejaba tan des concentrado que Megan le decía cuando parar, él quería ver cuándo actualizaba netflix para ver todas sus series en diciembre, Megan si no se preocupara tanto por su vida mientras está en el auto pensaría en qué hacía Martin Garrix en ese momento. 

Pasar tiempo con sus amigos era casi un suicidio porque estos no ayudaban en nada, nunca. Ella les decía que la ayudaran y pasaban de ella porque las noticias eran mejor que su juego, los chicos no se quedaban atrás: James ya pensaba que tenían memoria de corto plazo porque lo ayudaban y a los minutos había un descuento en un juego en GamePlay.

 — Y... ¿cómo te va? —preguntó James intentando que el silencio no fuera tan molesto.

 —Perfectamente... ¿y a ti? —dijo Megan, en realidad podía gritar, patalear y agarrar toda revista que viera para saber sobre los famosos y qué paso la última semana que ella no estuvo enterada.

 —Excelente, lo mejor que pudo pasar es este reto, paz y tranquilidad —Dijo James mientras en su mente decía otra cosa: Cómo quisiera que se acabara ya el reto, no soporto esto, necesito mis videojuegos.

 —Es verdad, es lo mejor del mundo.   

Mientras Megan decía eso ideaba la mejor manera para hacerlo caer, si ella seguía así no soportaría, tenía que hacerlo perder antes que ella.

 —Lo mejor del mundo como que actualizaron The 100 en Netflix —sonrió la chica. James alzó las cejas, no esperaba que lo actualizaran hasta diciembre.

 —Eso es genial, tal vez lo vea el 2 de diciembre contigo a mi lado, porque obviamente ganaré —Sonrió burlón, la pelinegra se volteo enojada.

—Qué  ego, te pareces ya a Regina.

James sonrió con sorna. 

 —Mejor hazte la runa curativa, parece que te he ofendido y te dio justo en el autoestima —dijo riendo, sabía lo que ella intentaba y por supuesto no iba a caer. 

Estacionó el auto y Megan se bajó ofendida, James se bajó con la sonrisa en la cara aún; había ganado esa ronda, pero tal vez con un poco más de inteligencia, la siguiente no.

 —Chicos, ayúdenme en algo —dijo Megan acercándose a los amigos de James, al ver esto James paró en seco. ¿Qué iba a hacer?  

Se acercó más pero justo cuando llegó a ellos Megan se fue, alzó las cejas.

 — ¿Qué quería? —preguntó James cruzándose de brazos y sus amigos se vieron unos a otros.

 —Los nuevos capítulos de The Walking Dead salen en febrero, no es justo, casi todos fueron de relleno —dijo Gus ignorando olímpicamente a su amigo, James sintió una oleada de rabia y suspiró cerrando los ojos.

—Está bien, me voy, no necesito esto igual —dijo yéndose a su puesto. Vio en el pasillo a Megan hablando con sus amigas y bufó, no era justo que ella estuviera tan tranquila cuando sus amigos ni lo ayudaban un poco a olvidarse de sus series.  


—De verdad esta enojado, en cualquier momento pierde y yo tendré un libro nuevo —dijo Megan sonriente contándole el plan a sus amigas, ellas aparentemente no estaban muy de acuerdo, sus caras lo decían todo.

—Eso es hacer trampa Meg, mejor abandona de una vez, es un fastidio esto —dijo una de sus amigas y se enojó más que cuando se bajó del auto. ¿Por qué no entendían que ella quería hacer eso? ¡Quería ganar!

—Olvidenlo, solo les contaba mi plan, no tenían que participar —dijo enojada y subió las escaleras. Esto no se quedaría así y demostraría que podía ganar, con amigas así ¿para qué enemigas?

Ellas entraron en el salón apenas ella empezó a sacar los libros, sus expresiones habían cambiado su cara de desacuerdo, eran como si estuvieran decididas a hacer algo. Megan empezó a pensar cómo se llevaría a cabo su plan, sería una gran salida ese día. 

James mientras tanto estaba en clase de matemática lo que le recordaba al Teorema de Katherine sí, se había leído ese libro, aunque por su mente también se le cruzaban las frases de Jace de Cazadores de sombras. 

Cuando tuvo una gran idea.

Abrió su cuaderno en la ultima página y empezó a crear su plan. Necesitaría ayuda, pero ya tenía a sus cómplices. 

Sonó el timbre y salió a buscar algo en su casillero. Paró en seco antes de llegar a él.

Su casillero tenía la cara de Lexa de The 100 con la frase "May we meet again"; caminó a su casillero, lo abrió y saco un libro que no había visto antes: The Walking Dead. Alzó la ceja y lo abrió tenía una nota pegada:

"Sabias que los actores de TWD son unos de los peores pagados porque ningún personaje tiene la vida asegurada y quien comience a fastidiar lo pueden matar fácilmente? 😂" -Tu amiga Megan.

Cerró el libro de golpe y bufó, no se quedaría así. 

Caminó hacia Megan que reía y vio a sus amigos. 

 —Gracias por el regalo, pero ten Gus, conservalo tú.   

Se lo dio a su amigo y se fue hacia su auto. Por supuesto no se quedaría así.


El lunes cuando Megan subió al auto James tenía puesta ropa negra, su chaqueta con la capucha tapándole la cara, alzó las cejas ¿Estará de luto con sus series o algo así? 

James arrancó el auto sin decir nada y no dijeron nada en todo el camino, algo raro pasaba, lo pudo notar cuando iban llegando al colegio. Vio a sus amigas vestidas todas de negro pero no parecía por algo grave ya que se veían muy animadas hablando. Cuando James frenó en su sitio habitual y se estiró para recoger su bolso de los asientos de atrás vio una marca en su brazo. Empezó a atar cabos y vio su bolsillo: Una Estela. 

Iba a gritar pero se tapó la boca con ambas manos. James la miro raro y abrió la puerta.

—Bájate, mundana, ya hemos llegado —dijo de lo más natural, como si lo dijera todos los días y se bajó. Megan abrió la boca en una perfecta "O" y se bajó del auto. Camino a sus amigas que siguieron hablando como si no la vieran.

— ¿Lo están ayudando? —preguntó enojada. Sus amigas voltearon a verla sorprendidas, como si fuera increíble que les hablara.

— ¿Puedes vernos? —Preguntó Amelia.

—Debe ser una mundana con la visión. —dijo otra. La sangre le hervía de la rabia. Lo ayudaban a que ella perdiera, seguro pensaron que era divertido, claro siempre es divertido hacerla enojar, ¿por qué no?

— ¿AHORA VAN A HACER COMO SI FUERAN CAZADORAS... — se calló, hablo de más, las chicas alzaron las cejas burlonas y se fue rabiosa por el pasillo.  

Se dirigió a su casillero que abrió de un jalón y cayó una pluma gigante (como para ser de pájaro), la agarró y vio lo que tenía escrito: Cuidado por donde vas, Ángel, hay cazadores de demonios por ahí. 

Apretó los dientes de la rabia y la metió en su casillero, del golpe se le cayeron unas revistas (de la semana pasada) a los pies, todas con un chico en la portada: Cameron Dallas, Evan Peters, Andrew Garfield, Ian Somerhalder... ¿Así jugaba? No pensaba ir tan lejos pero ahora sí. 

Le escribió a los amigos de James. Será mejor que trajeran su mejor cosplay, esto iba en serio. 


 

Te reto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora