21 de noviembre.

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Obsesión.

Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él.

Ambos chicos estaban al borde de la locura. No tenían más que las tareas para olvidarse un momento que no tenían nada que hacer.

Megan empezó a verse las series que vería James y aunque lo niegue le empezaban a gustar mucho, sobre todo Grey's Anatomy o The Walking Dead.

James para matar el tiempo en el que estaría jugando en su Xbox leía, si Tan sorprendente cómo sonará iba a una biblioteca a sentarse a leer. Entendía por todo lo que pasaba Megan al leer tan sorprendentes historias, le encantaba de verdad.

El chico al lograr pararse de su cama metió los libros en su bolso y vio a su alrededor, su madre estaba maravillada de que él leyera tanto pero ahora mismo James se encontraba en un estado de shock total, donde iban sus juegos estaban montones de libros. Rápido los guardo todos en un bolso para devolverlos a la biblioteca.

Sus juegos no se encontraban ahí porque Megan unos días antes se los había robado haciendo que él estuviera al limite de decir que le devolviera todos los juegos, nombrándolos uno por uno. Al menos 60 juegos se llevó pero no encontró los juegos viejos de antiguas consolas que era su colección más preciada.

Megan agarró sus audífonos y después de comer unos panqueques salió a esperar a James.

Al entrar en su auto vio la pila de libros acumulada atrás. Sorprendida de ver Yo antes de ti ahí ya casi iba a comentar de él pero se retuvo. El reto, el reto. Seguro solo era una trampa de James para hacerla caer. Cuando este se subió al auto ella se cruzó de brazos.

—Buenos libros. —es todo lo que se limitó a decir Megan en todo el camino mientras veía Grey's Anatomy en su celular.

Cada vez a James le daba más interés alguno de los libros de atrás que las series. Cuando frenó pensó en todos los capítulos de los que se debía estar perdiendo.

—¿Sabes algo? Creo que el James y la Megan de antes estaban bien como estaban... —dijo de la nada James después de estacionar el auto.

—Eso debiste pensarlo antes del reto, si ya estás aburrido te escucho, soy toda oídos sobre series y video juegos.

Megan sonrió conforme, James se había hartado del juego.

James alzó la ceja al ver que por nada esa chica se rendía. Le gustaba su entusiasmo y orgullo pero él estaba cansado.

—No. —dijo James y la sonrisa de Megan se borro— simplemente no hablaré más del tema por el resto del mes.

Salió del auto dejando a Megan atónita e indignada y después de unos segundo ella se bajo.

—¡James! Eso no es justo, ¡James! —grito Megan una y otra vez pero no le hizo el menor caso.

Lo tenía que hacer caer. Pero ¿cómo?



—No vayas a hacer nada porque acabas de volver de la expulsión, no sé si lo recuerdas cariño —dijo su amiga y ella rodó los ojos.

—Lo que puedo hacer es... que saliendo del instituto yo...

—¡Basta! ¿no entiendes cuando ya es suficiente? Ambos lo soportarán hasta el primero de diciembre así que ya ¡B-A-S-T-A! —dijo su amiga obstinada y Megan se volteó enojada.

—¡Si! ¡ya te oí! Pero no me importa un comino tu opinión.

Megan se fue echa una furia a su siguiente clase. James se estiró en su asiento y se quedó dormido.

Los amigos de James intentaban descifrar qué había pasado que estaba tan tranquilo, las últimas semanas estaba volviéndose loco, hasta aprendió a andar en la moto de su amigo para pretender ser los personajes de los libros y ese día simplemente estaba tranquilo; no encontraban una buena razón por la que él estuviera Tan relajado. Tanto que daba miedo.

Ese día a Megan le tocó un examen de biología para el cual no había estudiado pero al ver las preguntas quiso reír porque eran muy sencillas, después de pasar tanto tiempo con Netflix viendo House y Grey's Anatomy pudo distinguir muchas de las cosas que le preguntaban. James por su lado el libro que le habían mandado a leer para castellano ya lo había leído mínimo 3 veces por el aburrimiento de no saber qué hacer. Los profesores estaban sorprendidos por los cambios notables en sus alumnos.

Los amigos de ambos chicos los llamaron:

—Chivos, esto tiene que acabar. —dijo Gus.

—No nos pueden seguir metiendo en esto y la verdad me están volviendo loca con el fulano reto —dijo Amelia.

Megan y James se vieron.

—¿Está es la parte en la que renunciamos y todos nos damos un abrazo de felicidad? —preguntó James y Megan río. Los chicos no podían creer lo lejos que habían llegado, tanto que molestaron a sus amigos.

—Solo en las películas, bebé. —dijo Megan y James sonrió— Tendrían que esposarme en un tejado.

James quiso decir algo pero se aguanto, sonrió al recordar la primera temporada de The Walking Dead y se rasco la nuca. Estaba empezando a gustarle que viera las series Megan.

—Chicos, basta se los rogamos.

—Falta poco, mientras tanto pueden ir a jugar billar o matar demonios. —sonrió James y Megan se sonrojó, le quería jalar los cachetes— Y ustedes lindas ninfas pueden ir al estanque a jugar con el agua o lo que sea.

Megan se tapo la boca para no explotar en carcajadas y James pasó su brazo sobre el hombro de Megan.

—¿Sigue el juego? —preguntó James sonriéndole y Megan lentamente acercó su cara a la de él.

—Claro que sigue el juego —dijo Megan dándole un beso en la mejilla.


—¿Adónde vas vestida así? —preguntó la madre de Megan al verla vestida como Tomb Raider. Quería ir a decirle a James que había completado el juego y como él no lo ha terminado decirle el final.

—Pasear —sonrió y salió al patio de al frente de su casa. En la casa de al frente estaba James apoyado en una moto con una chaqueta de cuero viendo el horizonte—. ¿H?

James giro la cabeza y sonrió. Sabía que reconocería el personaje, él lo sabía. 

—Pero qué exploradoras se encuentra uno por aquí —dijo arreglándose los lentes y se dio la vuelta—, ¿quieres dar una vuelta?

—Cómo decir que no. —dijo sonriendo Megan, guardaría sus planes bajo la manga por si acaso y se montó atrás de James en la moto abrazándolo por la espalda. A James se le revolvió el estómago de solo sentirla abrazada a él. Megan se sonrojó pero puso su mejilla apoyada en la espalda de él dando gracias que no pudiera verla y James arrancó. 

 

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Te reto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora