12. Andros

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Mica no lograba comprender que sucedía, lo que acababan de vivir no era ni de lejos un sueño. Y acababa de comprobarlo al ver los rastros de sangre en la blusa de Sara. ¿Dónde estaba Cat? Lo más seguro era que haya regresado a casa, la gente no desaparece así como así. Podría averiguarlo cuando amaneciera, bastaría con una llamada telefónica. Pero, aunque la lógica no lo apoyara, sentía que la posibilidad de que su amiga estuviera en esos mismos momentos acostada en su cama, en lugar de secuestrada por un enorme monstruo con armadura, era nula. Que, cuando al día siguiente tratara de contactar con ella por teléfono, le respondería su madre toda angustiada, sin idea de su paradero. Si Cat solo se había levantado y partido a casa mientras que los demás estaban misteriosamente inconscientes ¿Por qué Sara se mostraba tan preocupada? Sara... ella de seguro sabía dónde se encontraba... Había algo muy raro en todo esto. Se repitió que se encargaría de averiguarlo al día siguiente. Quería llegar a su casa y acostarse a dormir. La cabeza le estaba matando y cargar a Hugo inconsciente no lo ayudaba, ¿Cómo se le pudo olvidar que no tenía dinero para el taxi? Solo quería alejarse de la que los había metido en todo esto. Menos mal era día feriado y no habría clase en la mañana, así podría dormir cuanto le plazca.

Se le vino a la cabeza el nombre de unas cuantas drogas, ¿Sera ese el secreto de todo? Pues, sería una buena explicación. ¿Cómo sería capaz esa chica de dejarlos a todos inconscientes en el sótano del bar teniendo sueños tan horribles entonces? ¿Debería avisarle a la policía? Algo le dijo que era mejor esperar a encarar a Sara más tarde, sentía que algo como drogas o alcohol no era la respuesta a ese asunto. Además, se imaginó contándole a la policía "Una chica de quince años nos invitó a ir de noche al sótano de un bar... luego todos terminamos inconscientes".

De pronto recordó ese extraño lugar en el que estuvo unos pocos minutos atrás, un pedazo de tierra árida con nada más que una caída eterna en sus límites y una espesa niebla gris que evitaba que viera más allá... ¿Cómo es que había llegado allí? ¿Por qué le dolía tanto la cabeza? Mica pego un brinco y emitió un pequeño grito, como si hubiera despertado de una terrible pesadilla. Miró a su alrededor, como si no supiera donde estaba, se había sumergido tanto en sus pensamientos que se había aislado completamente de la realidad. Observó el oscuro callejón por el que estaba avanzando. Tomo una gran bocanada de aire, se sentía mareado y su cabeza no ayudaba. Se recostó a una pared de ladrillos. Sabía que no era muy buena idea detenerse en un lugar así a esas horas de la noche, pero no había forma de que siguiera andando en ese estado; le temblaban las piernas.

Fue recordando poco a poco. Como había atravesado a la chica con su espada, siguiendo las órdenes de esa espeluznante voz. Como Dragoon había caído por las escaleras de repente. El salón donde se habían encontrado al corpulento ser con armadura y a la indefensa Archer a sus pies, suplicando por ayuda. Como sus compañeros se habían quedado petrificados del miedo. El torrente de adrenalina que lo invadió y lo hizo acometer contra el enemigo. Y como su cabeza había... El chico no pudo soportarlo más y vómito. Cayo sentado al piso junto a su amigo aun inconsciente, las arcadas le habían robado las pocas energías que le quedaban. Aunque su mente le pedía a gritos que se dejara llevar por el cansancio, él quiso seguir analizando lo sucedido, lo necesitaba. Apuñalo a Master, por eso Sara tenía la blusa ensangrentada... ¿Qué había hecho?... Dragoon se había caído por las escaleras y quedado inconsciente, eso explicaba por qué Hugo estaba en la misma situación. Archer no estaba con ellos, por eso en el sótano del bar tampoco... quizás estaba con quien quiera que fuera el tipo de la armadura en la "realidad". Emitió un resoplido que intentaba ser una risa cuando pensó en esa palabra... Si lo que ocurría en ese mundo "alterno" se reflejaba en el de ellos pues ambos eran reales... ¿No? El comentario de Hugo luego de la primera sesión le paso por la mente, en el juego se había roto unas costillas y luego había dicho que le dolía un poco el pecho... Quizás lo que ocurría en el sueño pasaba en menor escala en la realidad. Se tapó el rostro con sus manos, y fue en ese momento que se dio cuenta que estaba empapado en sudor. Entonces... le dolía intensamente la cabeza porque unos momentos antes se la habían... aplastado contra una pared. Recordó una escena del Final Fantasy VIII, los protagonistas tenían sueños conjuntos en los que encarnaban a otros personajes, ¿Quizás fuera eso lo que sucedía? Otro recuerdo acudió a su mente: Luego de que Master cayera por la herida, todos ellos fueron azotados por un violento dolor hasta que ella se curó... ¿Estarían directamente ligados a su estado físico en aquel mundo? Necesitaba respuestas, necesitaba hablar con Sara... pero principalmente, necesitaba dormir. Cerró los ojos y se dejó llevar.

La Balada de Omega: Primeros AcordesWhere stories live. Discover now