cuatro

4.3K 481 104
                                    

—Debería de castigarte por hacer esas acciones con ese chico.—su mano pasaba por alrededor de mi cuerpo sin culpa, haciéndome temblar por esos movimientos. Había vuelto, había funcionado las pastillas.

—Jungkook.—su nombre sale de mis labios sin pedirlas, mi boca saltó ese nombre sin saber que era provenía de el. Lo encontré frente a mi sonriéndome por escuchar de mis labios su nombre.—¿En donde estoy?- Pregunto.

De los sueños que había tenido con el siempre éramos solos los dos, quienes estábamos. Como si no hubiera alma humana aquí, siempre aparecía por el mismo lugar de siempre, parada frente la puerta roja que me dejaba entrar a este sueño o como el le podría decir un mundo. A mi alrededor todo estaba cubierto de hojas y flores rosadas con un brillo en esta y al final de la vista un puente rojo. Todo parecía irreal ante mis ojos, pero mis manos pasaban por las hojas y se sentía tan real.

Jungkook sonrió ante mi pregunta, agarrando de mis manos para correr con ellas. La brisa daba directo a mi cabeza haciendo que el corto cabello que tenia la llevara, Jungkook agarraba mi mano con mucha firmeza para que no lo suelte y lo dejara ir. Estábamos corriendo a un lugar desconocido antes mis ojos, pero me sorprendí por el cambio que había dado el ambiente tan repentino tras las corridas que habíamos corrido, habíamos pasado del bosque a la ciudad en unos minutos.

—Este es mi mundo y también puede ser el tuyo.—señaló todo alrededor sorprendiéndome de tal hermosura en donde me encontraba.—Soy el principe Jeon, bienvenida a Grimhilde Seung Hee.

Estaba en una dimensión pararela en donde todo parecía perfecto entre si, veía a las personas de la ciudad comunicarse amablemente y apoyarse entre si. Jungkook se mantuvo en su mismo lugar todo el tiempo esperando por mi respuesta, pero lo único que podía decir lo sorprendida de como me encontraba, haciendo satisfacer a Jungkook.

—Te presentaré a mi familia, estarán a gusto de conocerte somos una familia muy feliz.

Las paredes dentro del castillo son concéntricos ingenioso y perfectamente simétricos de diseño, que participen no menos de cuatro líneas sucesivas de las fortificaciones, parecían de fines del siglo 13. Todo esto lucia tan antiguo y moderno a la vez, solo el castillo mantenía la figura de muchos años atrás, mientras el pueblo su toque moderno.

—Señor Jungkook, su padre ha estado muy preocupado por su ausencia en el palacio esto últimos días, por favor notifíquelo en su despacho.—un chico de a mediados de sus veintes años se le acerca, su apariencia era muy extraña, él se encontraba con un traje bien formado más una espalda colgando en su cadera es alguna, ¿es una clase de guardia?

—Esta bien, me notificaré hacia el rey pero antes, por favor cuide de mi princesa.—Jungkook suelta de mi mano para después correr hacia el pasillo estrecho.

El chico que antes le había comunicado lo anterior, se encontraba sorprendido tras mi visita, al parecer no se dio cuenta de mi existencia en ese momento, el comenzó a ponerse nervioso mirando por todos lados.

—Se encuentra...—mis palabras no pudieron ser pronunciadas hasta el final, por el gran desprevenido empujón hacia la pared de rocas, haciendo en curvar mi espalda por tal brusco golpe.

—¿Quién es usted? ¿Qué hacia con el príncipe? ¿De donde es? —muchas preguntas soltaba sin dejarme respirar por un momento, su mirada oscura me dejaba sin habla, mantenía una facheta muy intimidante que no quería que me hiciera daño.

—Yo...Soy Seung Hee, y he venido por ayuda de Jungkook.—sus cejas se pusieron fruncidas tras mis articulación con poca información.—De verdad, no sé como llegue aquí yo solo me mantenía durmiendo en mi habitación hasta que llegue aquí, encontrándome a Jungkook.

—No puede ser, no otra vez.—suspiró, para después relajarse.—Debes salir de aquí, este sitio es muy peligroso no sabes donde te encuentras ahora mismo, si lo supieras no quisieras haber estado aquí nunca más. Ese chico con quien has estado, no es lo que tu piensas. Estas viendo el mismo infierno delante de ti y no te das cuenta, te lo están disfrazando esto es solo una trampa, deja de hacer lo que estas haciendo para venir aquí y sigue tu vida normal para que nadie y nada empeore.

—¿De que estas halando? ¿Qué me quieres decir? Me están dando mucho miedo tus palabras.—le interrogo, bajo mi cabeza para encontrarme en su traje una tarjeta donde esta escrito su nombre, Hoseok.

—No te puedo decir nada, no sé para que Jungkook te trajo a este mundo, pero no puede ser para nada bueno.

-~*'¨¯¨'*·
Un regalo para año nuevo.

REALITY | jeon jungkookWhere stories live. Discover now