diez

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La cafetería estaba solitaria, éramos los únicos que nos encontrábamos ahí. 

Lo miraba detenidamente, sus ojos están posados en el ice tea, en que no ha probado ni un sorbo. Su mano estaba recostada en su mejilla derecha, mirando solamente abajo. Yo lo miraba preguntándome muchas cosas, tales a las cual sabía que no iba a obtener respuestas. Noté que iba a hablar pero inmediatamente cerró su boca, él era muy tímido. ¿Él era muy tímido con las chicas, o solo conmigo? Su actitud era muy distinta, su aura era bueno a diferencia que el del príncipe.

—Te he visto en otro lado, bueno mejor dicho en otro mundo, sé que suena algo tonto e irrealista pero es la verdad.— le comienzo a hablar, él se despega de su mejilla y me mira atento.

—¿Creéis en la reencarnación?— pregunta. Yo me pongo a pensar en ese tema.

La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo, con una personalidad generalmente más evolucionada. En los tiempos de antes, este era un tema muy normal de hablar, ellos creían en la reencarnación. La reencarnación para ellos era volver a revivir en una vida feliz dependiendo de cómo has sido en tu vida. Era volver a vivir a lo contrario de tu vida pasada. La reencarnación es la consistente en que la esencia individual de las personas adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo.

—Tal vez, reencarné en otra vida.—sonríe, para después poder pasar su mano en su cabellera.— Espero que en mi otra vida yo sea una buena persona.

—Tal vez.— no quise comentar más de ahí.

11:07 pm.

Mis pasos son cortos, no tenía un camino destinado, caminaba por el castillo sin destino. Veía todo alrededor, ya reconocía algunas partes del castillo, y no se me complicaba caminar sola. El guardia Hoseok caminaba detrás mío, vigilándome como él había informado, pero yo sabía que él estaba protegiendo.

Hoseok no aceptaba que me encontrara aquí, él piensa que algo malo Jungkook me va hacer o alguien relacionado con él. Él no me contaba nada, mis preguntas eran mudas para el, ¿cómo él quiere que este bien, si no me cuenta lo que me pudiera pasar? Pero confiaba en un poco del príncipe Jungkook, aún que no lo conozca bien, él fue quien a este mundo sin dolor.

Gritos se escuchan detrás de una puerta, Hoseok y yo nos paramos a escuchar detenidamente. Las voces se reconocen inmediatamente, Jungkook y su Padre se encuentran ahí.

"No quiero seguir con esto Padre, odio hacerle daño."

"Tu destino siempre será así, recuerda de quién eres hijo, tu vida nunca será de felicidad ese es tu destino, maldad, la maldad está en tu sangre."

Me acerco más a esa puerta de madera, quería escuchar bien lo que sucedía.

—Seung Hee, no te acerques.— Hoseok me advierte. Le hago una seña de que haga silencio.

Pongo mis oídos en la puerta, pero las conversaciones cesaban, sus palabras ya no se escuchaban y me pegue para escuchar mejor, pero al final no escuche nada.

La puerta se abre fuertemente, con brusquedad. Con ese movimiento mi cuerpo cae en el piso y mi cuerpo comienza a arder. Hoseok se acercó a mí para ayudarme pero alguien lo tiro a los aires hacia la pared. Levanto mi cabeza para buscar el responsable y mis ojos se enfocan en los ojos del Padre de Jungkook, sus ojos están en furia. Sus pasos se acercaban a mi, su mano se posiciona en mi cuello y me levanta con su fuerza.

No podía respirar bien, el aire se me cortaba pero a él no le importaba. Jungkook estaba detrás de él, Jungkook no hacía nada sólo miraba, pero entendía. Su mano en mi cuello se cierra más, mis manos están sobre los de él buscando ayuda, pero mi fuerza no era lo mismo que el de él. Jungkook le pide que se detenga, pero él aún seguía.

—¿Así que andas escuchando conversaciones ajenas?

Su mano se aflojó y me dejo libre, me dejo caer al suelo. Me encontraba tosiendo después de conseguir el aire, esta era la experiencia más cercana a la muerte que había tenido. Jungkook me levantó por los hombros y me sacó de ahí. Las puertas se abrieron solas, era una habitación donde me encontraba.

La habitación era de color y negro, todos los objetos encontrados ahí están de ese color. Tus brazos se posan en mis piernas para después hacer fuerza para levantarme. Me tenías cargada como un bebé, yo no me molesté me gustaba estar así contigo. Caminaste hasta la cama, y me recostaste en ella, tus brazos se alejaron de mi cuerpo y yo te agarré antes de irte. Te dije que te quedaras y así lo hiciste, te recostaste junto a mi en la cama, tus brazos alrededor de mi cintura y tu cabeza recostada en mis hombros. Nos quedamos así, esta era la sensación que siempre había querido, y ahora estaba sucediendo. Quería preguntarle sobre lo que había pasado, pero sabía que no iba conseguir respuesta como siempre, Jungkook siempre omitía todas mis preguntas, y eso era algo que odiaba. Sabía que vivía en una mentira, y así iba seguir viviendo. 

Poso mi mano libre sobre la suya y comienzo a acariciarla, noto que no esta despierto tras no percatarse mis caricias. Me volteo hacia su cuerpo, sus ojos estaban cerrados y su labio entre abierta, pasaba mi mano por su cara de porcelana. Después mis ojos se enfocan nuevamente en su boca, era una tentación verlo así, no pude esperar por plantar un beso en él y así lo hice. Planté mis labios junto los de él, sus labios era una droga, no podía separarme de él.

Me separé de él, viendo como sus ojos se abren y me sonríe.


— Te encontrabas hermosa en la cafetería.


cambie un poco sobre la definición sobre la reencarnación, para que venga siendo más centrada con el tema de la historia

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cambie un poco sobre la definición sobre la reencarnación, para que venga siendo más centrada con el tema de la historia.

REALITY | jeon jungkookWhere stories live. Discover now