Después de descubrir por completo el negocio turbio de su familia, Gibran Palacios es enviado junto con los primogénitos del clan, a Miami, Florida, con el único objetivo de mantenerlos lejos de sus enemigos y a salvo del peligro.
Sin embargo, esto...
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Deje que Tammy cargara a Cindy en lo que yo bajaba para despedirme de Gib. Verlo sonreírme así, tan cálido y natural, me provocaba una nostalgia inexplicable.
- ¿Lo puedo llevar hasta su habitación? - le pregunté a mi tía, quien aceptó sin muchas ganas.
Durante el corto camino nos mantuvimos en silencio, lo ayudé para que estuviera cómodo y que la cánula hiciera lo propio.
- Bien, ya estás aquí, gracias por haber ido a la competencia.
- gracias a ti por invitarme, fue una buena noche, no tenía una igual en años. - me tomó la mano y me besó el dorso, oh.
¿Por qué tiene que ser tan detallista? Me mata de la ternura.
- Me da gusto saber eso. - besé su mejilla - Gracias por Cindy, me fascinó, es re mona.
- Cindy, - asintió - era la idea, que te gustara, solo tenemos que estar al pendiente de las vacunas.
- Obligadamente. No quiero que se enferme o se le peguen pulgas. - me da asco de solo pensarlo - En fin, te dejo descansar, mañana vendré a verte.
- eso suena bien - susurró cansado - nos vemos mañana.
le di un pequeño beso en los labios - Sueña bonito.
- tú también, dile buenas noches a Tito, es bien sentido - los ojos se le cierran, pero es un guerrero.
reí - Buenas noches, Tito y cuida muy bien a Gib ¿oíste? Es importante para mí - le acaricié la cabeza, ya estaba más dormido que despierto - Descansa, Gib.
Salí de la habitación suspirando, estaba metida en un buen lío.
