Amada rutina.

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Bueno, que podría pasar esta vez, espero que sea donde sea que quedé mi nuevo colegio la pasé bien, o mejor que el anterior, eso espero.
Llegaba mi madre a la casa, y son una sonrisa en la cara, parece que lo logró,  encontro un colegio para mi, ya a estas alturas se me hacía difícil de imaginar encontrar uno.
–¿Listo? Ya tengo nuevo colegio – le preguntó desde el sofá mirando la televisión.
–Si ya te he conseguido uno – responde mientras se sienta alado mío.
– Y ahora, ¿cuando empresaria? – la miró para luego volver la mirada a la televisión.
–Pues la otra semana empezarias a ir, y mañana tendríamos que ir a comprar lo que necesites – me responde mientras mira su celular.
–Esta bien, yo me voy – respondo con tono serio.
–¿A donde te vas ahora? – me mira mientras me paro.
–No se, solo andaré por ahí – procedo a irme al garaje.
–Pero... No vuelvas tarde hijo – me responde con la mirada abajo.
Ya estaría en el garaje, y agarró mi bicicleta y levantó la puerta, cuando voy saliendo, echo un vistazo a la puerta de la casa, y me voy sin más retraso. En realidad no sé a donde me iría, solo quería irme a pensar como sería ya todo de aquí en adelante. De vuelta a la rutina, a intentar hacer amigos o caerle bien a alguien, es muy difícil para mí, no soy el tipo de persona que se considera simpática, pero bueno espero tener suerte.
Pasaban varias horas en mi bicicleta y siempre me calma estar pedaleando sin rumbo alguno, jamás respete las calles, apenas veía un semáforo en rojo me subía a la vereda y a seguir, nada me podía parar, hasta que... Hasta que me caigo de la bicicleta, no tenía idea del porque pero bueno me volví a subir, pero solo por un rato, ya estaba muy cansado así que me pare en un banco a respirar un poco, observó la Luna, supongo que ya es hora de volver a casa.
Emprendiendo el largo camino a casa las luces ya estaban apagadas, tratando de entrar si hacer el mínimo ruido logro entrar adentró, y dejo mi bicicleta a un lado del auto de mi madre y me voy al comedor y caliento la comida que me dejó, me sentía bien, así que apenas termine de comer y de limpiar el plato, me voy hacia la habitación de mi madre para observar si estaba dormida y lo estaba, voy hacia la mía, y me acuesto. Mañana será otro día, eso espero.

Estoy de vuelta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora