Estoy de vuelta.

¿Lo sabias, no?

Me despierto, otra mañana mas, pero esta vez con muy mal humor, ¿que pasa conmigo últimamente? Quizás solo sera un tiempo...

Me tengo que levantar de la cama ya, no quiero estar en mi casa, me quiero ir pero no se a donde, miro mi reflejo en el espejo que esta alado de mi cama, y veo lo destrozado que estoy, veo a mi madre salir del baño y me saluda y lo hago también, voy a desayunar algo mejor, bajo hasta el comedor donde ya estaba mi desayuno servido, y lo termino lentamente, ni una palabra hoy de mi madre, y mi gato a mis pies. Me levanto callado y voy a por mi bicicleta, mi madre me ve por la ventana de la sala, se me queda viendo, creo que algo sabe, no le doy mucha importancia a eso, solo seguí andando hacia adelante, pero algo estaba mal.

Acabo de recordar que hoy es el día en el que entro a mi nueva escuela, que patético es ser el niño nuevo, al que todos se le quedan viendo, como un juguete nuevo, al que pueden destrozar y maltratar, pero ya estoy acostumbrado a esto, no debería ser novedad para ellos. Esperemos a ver que pasa en la tarde, ya que es el momento en el que entro.

Que buen momento para que comience a llover, esto ya parece algo dramático, pero no me tranquiliza estar en bicicleta y la lluvia, creo que ya es momento de volver ya que no estoy tan lejos de casa. Llego a casa todo mojado, y agito mi cabeza como un perro, ya que tengo algo largo el cabello, mi madre me espera con una toalla, y algo caliente, que raro de ella.
-Hoy es tu primer día de clases hijo- Me mira sonriendo.
-Si lo se, casi lo olvido, espero que no sea tan agobiante como los anteriores años- Respondo indiferente.
-Animo- No creo que sea tan malo.
-Eso espero...- Asiento la cabeza en la mesa.

Pasaron las horas y ya es hora de entrar, tengo un mal presentimiento de esto, pero ya estoy dentro, tendré que encontrar mi salón, ya me están viendo raro, que normal todo, ¿acaso no puedo venir con ropa negra? Si supieran que es negro lo único que tengo en mi armario.
Bueno, tendré que ir a la oficina del director para que me guié, pero tampoco se donde esta. Empezamos bien, pero ya la encontré, un hombre mayor, parece bueno... Parece, espero que no cambie luego.
-Buenas, quiero encontrar mi salón... -Miro hacia un lado.
-Muy buenas, debes ser el alumno nuevo ¿no?- Sonríe.
-Así parece, quiero saber donde estar el 4to E por favor.- Guardo mis manos en los bolsillos de la campera.
-Sigame por favor.-Se levanta de su silla y me guía.

Apenas salí de su oficina se me quedan viendo, ya los estoy odiando, ya estamos llegando al salón, que bien, ya están dando la clase, y yo tarde, que patético.
-Él es su nuevo alumno.-Dijo el director a la profesora.
-Algo tarde, pero muy bien, pasa joven... Ahora preséntate.-Me dijo la profesora
-Gracias, mm soy Jonathan...-Agacho la cabeza.
-Muy bien... Toma asiento joven.-Me señalo un banco libre adelante.
Pero me voy al ultimo, todos se me quedan viendo, ¿no saben que es incomodo? Ahora a esperar al recreo. Pasaron unas horas y sonó la alarma del recreo y el primero en salir fui yo, algo esta por pasar, veo un grupo de chicos que me miran mal, y yo no estoy de humor.
-¿¡que mierda miran!?-Les grito, creo que fue mala idea.
Me alejo del chico que viene rápido hacia mi, no me dijo nada, solo me puso contra pared, lo que sentía que iba a pasar sucedió, me dio un golpe con el puño cerrado en el lugar que esta el corazón, y mi corazón comienza a latir mal, no puedo respirar bien, y me siento debil, sale sangre de mi boca y el chico se va riendo, caigo de cara al suelo, paso no se cuanto tiempo y estaba en el hospital con mi madre y el doctor alado mio, un doctor conocido hace años, y me dijo que sabia que pasaría esto si sufría un gran golpe, y mi madre llorando por no decirme hace tiempo, quizás se podía evitar...
Esto solo comenzó, un golpe en el corazón listo para matarme puede acortar todo.