Estoy de vuelta.

Conflicto.

Luego de despertarme a gusto conmigo mismo y con Neo a un lado de mi cama. Me levando a desayunar y paso por el cuarto de mi madre y ella no estaba en su cama, no sabia donde estaba. Me puse a buscarla por la casa y la encontré en el patio sentada con un café entre sus manos, me acerco a ella y le pregunto
-¿mamá que haces aquí?- me acerco a ella.
-No podía dormir hijo - responde con tono silencioso.
Me quedo callado y agarro su taza de café y me siento en sus piernas.
-¿Vamos hacia adentro si?- le agarro su mano.
Y ella se levanta del asiento y nos dirigimos hacia adentro.
-Ahora dime, ¿que esta pasando?- le pregunto preocupado
-Es que tu padre, ¡el siempre es el problema!- dijo ella levantando la voz.
Me quedo callado mirándola mientras se va hacia su cuarto. Antes de llegar me dijo "ya tengo los boletos y si no pasa algo interesante nos regresamos" y cerro la puerta.
Y me quede hay parado sin saber que hacer, y Neo se me acerco a mi y yo me senté en el helado suelo del salón, lo acaricio y me pongo a pensar en las posibilidades que tenia que quedarme aquí.
Paso una hora y decido irme a mi lugar, mi espacio, donde podía estar tranquilo. Voy hasta el garaje, agarro mi bicicleta y me voy si mirar a casa de nuevo, al llegar escucho unos ruidos que estaban saliendo del lago, me acerco lentamente y veo a una persona, creo que era una chica.
Me enoje porque ese era mi lugar y nadie sabia donde estaba pero creo que me equivoque, ¿quien era ella? No lo se, me acerco a ella y le pregunto que era lo que estaba haciendo en este lugar y me dijo.
-Nada me gusta pasar el rato aquí agacha su cabeza mientras me acerco.
-¿Este es mi lugar sabias?- trato de mirarle la cara.
Ella levanta la cara y me observa a los ojos sonriendo y me dijo
-Supongo que no soy la única que considera este su lugar-  me respondió sonriendo.
No sabia que decir, era muy bonita, su ropa no era nada del otro mundo, era normal, era normal...
Me siento lejos de su lado y la miro de reojo, y me estaba observando, no sabia que hacer quiera irme pero a la ves estar alado de ella.
Luego de estar un rato en silencio decido irme a casa, pero sin antes despedirme.
-Creo que ya es hora que me valla- le dije sin mirarla mientras agarra mi bicicleta.
-Espero que vuelvas- me dijo.

Al llegar a casa no paso nada interesante en mi ausencia, eso creo, lo sabré a la mañana siguiente ahora debo dormir pero sin antes ver a mi madre que este bien. Abrí su puerta lentamente y la veo allí acostada tan tranquilamente, eso me gusta, ya podía dormir en paz.