El dinero todo lo puede... hasta cambiar el destino.

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La intriga mataba a los chicos, esa sensación que provocaba un vació en el estomago se había quedado todo el fin de semana, a unas cuadras de llegar al colegio el corazón se empezó a acelerar. pero... no... ¿por qué rayos estaban tan ansiosos?

Todos se encontraron en la entrada, como si se pusieran de acuerdo para llegar al mismo tiempo, ese día era más extraño de lo normal al punto de que Tamaki se limito a dirigirles una mirada y no decir nada mas, simplemente se marcho directo a su salón de clase, de cualquier forma los vería mas tarde en el club.

Kyouya lo siguió a una distancia considerable y cada quien se fue a su respectiva clase.

Los gemelos veían con un poco de nostalgia el lugar que había dejado Haruhi pero se apresuraron a ocupar el lugar para quedar una vez mas juntos, aunque ya eran un poco mas amistosos con los demás. El profesor empezó a dar la clase pero por alguna razón Kaoru no despegaba la vista de la puerta entre abierta del aula, en ese momento Hikaru por obra del destino alzo la vista en dirección a donde veía su hermano.

Una silueta paso delante llamando su atención, seguida del director y dos damas de compañía, su paso era rápido y decidido. ¿Quien era?

  Mitsukuni  y Takashi estaban repasando un libro esa tarde tenían que presentar un proyecto y no estaba de mas repasarlo un poco la clase aun no había comenzado para dar tiempo a los alumnos de prepararse, mientras Takashi hacia las anotaciones se empezaron a escuchar voces en el pasillo, Honey que estaba a un lado empezaba a irritarse por el ruido y decidió cerrar la puerta, en el momento que tomo el pomo de la puerta Mori alzo la vista. 

Una silueta, dos damas de compañía y el director caminaban a toda prisa. ¿Quien era?

-Kyouka.... -dijo Tamaki con una voz cantarina.

-¿Que necesitas?

-Si Haruhi entro en un intercambio significa que deben mandar a un estudiante para acá ¿no?

-Dieter Ekhardt, su familia es accionista de Bahlsen una masca de dulces alemanes y también inversionista de Dallmay, su familia esta muy involucrada con la gastronomía, Su madre fue actriz y su hermana es diseñadora, los hombres de su familia se dedican a la economía como su abuela.

-Mmmh quizá podamos hacer tratos con el para probar dulces alemanes... ¿crees que su abuela se parezca a la mía?

-Deja de comparar a tu abuela con cualquier anciana que se te menciona.

-No la comparo, si logro encontrarle una amiga quizá deje de molestarme a mi.

-Ya tendrás tiempo de preguntarle a él.

-Jóvenes Suou y Ootori, parece que él día de hoy están muy activos -el profesor los veía con mala cara quizá hacían demasiado ruido al hablar- háganme el favor de dejar mínimo un asiento entre ustedes.

-Si señor- dijeron al unisono y Tamaki se recorrió un lugar a la derecha dejando un puesto libre.

Cuando el profesor se disponía a hablar alguien llamo a la puerta.

-¿Hoy se supone que no debo dar clase? -la cara exasperada del profesor era demasiado graciosa.

La indignación del maestro había alcanzado nuevos niveles, la cara roja y el ceño fruncido daba la impresión de estar viendo al mismo diablo pro en cuanto abrió la puerto dispuesto  a reclamar la interrupción el alma casi se le sale del cuerpo y su cara cambio drasticamente a un blanco, el director estaba en la puerta con una cara de completa calma y paz, esperando a que el profesor lo dejara pasar.

-Señor ¿a qué se debe su visita?.

La mayor parte del salón estaba sorprendida, pues los únicos que sabían de la despedida de Haruhi eran los miembros del club, su padre y el director ademas de la escuela Alemana, pues Haruhi se había encargado de negar a todo el mundo su partida, por lo menos hasta que los chicos la convencieron.

Después de aceptar nadie había preguntado por su viaje, todos habían dado por hecho que se quedaría y ese día al no ver a Haruhi por los pasillos pensaron que simplemente se había enfermado. Todo estaba bien, los miembros del Host club estaban calmados... que bien guardaban los secretos.

-Disculpe que interrumpa su clase pero hemos tardado un poco más de lo planeado para arreglar los papeles de ingreso.

-Discúlpeme, pero no entiendo.

-El intercambio de Fujioka Haruhi.

En cuanto el señor Suou pronuncio esas palabras el ambiente se volvió más tenso y un murmullo se escucho en todo el salón. ¿Haruhi se ha ido? No es posible dijo que no lo haría ¿por qué no dijo nada?¿nos odia? ¿no quería que nos sintiéramos mal? ¿alguien le pregunto? ¿ya sabían?

Demasiadas preguntas y voces, muchas miradas se dirigían a los miembros del club que sentían como se los comían vivos.

-Bueno pues adelante.

El profesor tomo asiento y todos guardaron silencio, el misterio era demasiado, el alumno misterioso estaba detrás de las damas de compañía, y delante de estos estaba el director.

-Jóvenes se que es un poco extraño que a estas alturas del ciclo escolar se una un nuevo estudiante pero necesito que le reciban bien.

El director se hizo a un lado y como si fuera un espectáculo las damas se hicieron a cada lado de forma sincronizada dejando al descubierto aquella silueta misteriosa.

Tamaki volteo a ver a Kyouya sin entender nada, Kyouya le regreso la mirada totalmente extrañado y con un poco de decepción, nadie daba crédito a lo que veía. Alguien tenia que decir algo y la iniciativa a tomo Tamaki susurrándole a Kyouya.

-... ¿cómo te pudiste equivocar?

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