Epílogo

1.6K 161 14
                                    



Key se despertó lentamente de lo que parecía el sueño más profundo que había tenido nunca y abrió sus ojos. la primera escena que vio evitó que se moviera durante un largo, largo tiempo, mientras se deleitaba en la penetrante dulzura de ello, Minho estaba sentado al lado de su cama de hospital, tal como había estado a su lado durante la cesárea.  Key había visto su rostro tenso con preocupación y tormento por su dolor, lleno de júbilo cuando finalmente había llegado el momento de tener a su bebé, sus intensos ojos  brillantes con lágrimas mientras miraba calladamente a su pequeñito, berreante vástago.

Sostenía al bebé dormido en sus brazos ahora, toda su atención centrada en la pequeña criatura, con infinito cuidado examinaba las pequeñitas, perfectas manos y minúsculas uñas, casi conteniendo la respiración cuando los pequeños dedos se doblaron sobre el suyo mucho más grande con un sorpresivamente fuerte apretón, incluso dormido. Él siguió el rastro de las casi invisibles cejas con un dedo, bajando por la blanda mejilla, hasta el rosado capullo de una boca, su hijo cabía casi perfectamente en sus grandes manos, a pesar de que había pesado unos respetables dos kilos doscientos.

Key se reclinó sobre su costado, sonriendo a Minho cuando  le dirigió su atención. "¿No es bellísimo?" susurró Key.

"Es la cosa más perfecta que alguna vez he visto." El temor estaba en su tono. "Boah ha ido abajo a la cafetería para traer algo que comer, prácticamente tuve que luchar con ella para apartarla de él."

"Bueno, es su único nieto, por ahora."

Minho pareció incrédulo, recordando lo tenso que estaba cuando el momento de la cirugía llegó, pero entonces miró al bebé en sus brazos y entendió cómo Key podía considerar que el resultado bien valía el dolor. Luego sonrió a su esposo, una lenta sonrisa que derritió sus huesos. "Mientras el próximo sea una niña."

"Haremos el mejor intento."

"Todavía no hemos decidido un nombre para él," dijo Minho.

"Puedes elegir su primer nombre, yo ya he decidido el segundo."

"¿Cuál es?"

"Minho, por supuesto," dijo Key. "El segundo Choi Minho, estamos empezando una nueva tradición familiar, ¿recuerdas?"

Minho se estiró y tomó su mano, luego se recostó a su lado sobre la cama, y juntos admiraron a su hijo. 

DecisionesWhere stories live. Discover now