Escuadrón Anti-Chicos© (En edición)

Capítulo 12: Pijamada épica.

Holaaa, después de tanto tiempo, he vuelto a escribir. Se que deben odiarme por la poca inactividad, pero todo tiene un motivo y fue a causa de la escuela. Pero he vuelto y con un nuevo capítulo, en verdad espero que lo disfruten como yo hice escribiendolo, volveré a subir un cap el sabado💙

Jess.

- ¿Qué cosas dices que dijiste?

Enjuago mi boca antes de responder al trabalenguas de Abby.

- Eso, Abby -me observo en el espejo-. El padre de Niall es la pareja de mi madre.

Mis amigas se quedan unos segundos en silencio, quizá, analizando lo que les acabo de contar a través de facetime.

- Oye, eso es algo loco... -habla Sarah.

- ¿Tú crees?

- Claro, nadie se esperaría esto -dice Sarah-. Es el chico que detestas y su padre está con tu madre.

Hago una mueca, la verdad es que sí, me costó asimilar la idea de que ese tal Drake Johnsons sea pareja de mi madre y padre de mi más reciente archienemigo. Niall.

- Tomátelo por el lado bueno -dice Lu- Quizá ustedes después sean muy grandes amigos ¿No crees?

Niego.

- Lo único que creo es que Miami es muy pequeño. Ósea.. ¡Vamos! ¿Qué clase de coincidencia es ésta?

- Exageras, Jess. Es normal -dice Lu- Y será mejor que te apresures, ya es tarde.

- ¿Normal? Por favor Lu -exclama Abby-. ¡En tus libros clichés claro que es normal!

Fue lo ultimo que escuche antes de finalizar la llamada lo más rápido posible. Eran aproximadamente las siete cuarenta de la mañana y en veinte minutos entraba a clases. Creo que me volveré rápida y furiosa.

Corrí hacía mi habitación y tomé mi mochila junto con las llaves de mi auto. Ya perdí unos dos minutos.

Al bajar casi volando las escaleras, mi madre aparece por el pasillo deteniendome.

- Jess, necesito hablar contigo antes de que te vayas -dice.

- ¿Es necesario?

- Sí, muy necesario -rodé los ojos-. Sólo tomará un segundo, enojona.

Uno.

- Dilo, entonces.

- Quería decirte que estoy molesta contigo -frunzo el ceño-. Conocías a Niall, va en tu mismo instituto y me mentiste.

Oh, era eso.

- Mamá, estoy llegando tarde... ¿Podemos hablar de esto en otro momento? -ruego con la mirada.

Niega.- Tiene que ser ahora.

Me mira esperando a que me decida a hablar. Osea, vamos, esto no tiene relevancia como para discutirlo ahora y hacerme llegar tarde a clases.