Capítulo 31: ¿Me estás amenazando?

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Mike.

—Tres vueltas más.

Dice el instructor del equipo mirando el reloj de su muñeca ordenándonos que debíamos correr tres vueltas más al campus.

Me sentía casi muerto pero no podía parar, mi condición física depende de esto. Esto me pasa por no haber hecho ejercicio durante meses y eso hizo que mi cuerpo perdiera el ritmo pero no estos increíbles abdominales marcados que con mucho esfuerzo logré sacar. Me armé de valor sacando fuerzas no se de dónde y me dispuse a correr las últimas vueltas que me faltaban, ya al terminar el calentamiento me fui a tomar un poco de agua, me sentía algo cansado sin duda extrañaba quedar terriblemente exhausto después de entrenar, aunque sólo es el calentamiento además que me había integrado al equipo hace mas de dos semanas pero mi cuerpo aun no logra acostumbrarse del todo.

Definitivamente deberé inscribirme a un gimnasio para acostumbrarme de nuevo al ejercicio.

Me senté en las gradas abriendo mi botella de agua para beber de ella, vertí un poco el liquido que quedaba de la botella encima de mi cabeza para así poder refrescarme. El calor hoy está insoportable, sobre todo a estas horas del día donde el sol pega más fuerte que un boxeador profesional.

A lo lejos veo una silueta femenina acercándose a paso lento a donde estoy yo, por la forma en la que camina y la figura de su cuerpo puedo identificar claramente que es Sophie. Me levanto de dónde estaba y me encamino hacía su dirección.

—Hola, Soph —le saludo con una sonrisa.

—Hola.

Responde secamente.

Frunzo el ceño. Sophie no es de responder ni hablarme de esta manera, desde que somos novios ella es bastante cariñosa conmigo y nunca habla cortante ni de manera seca.

—¿Está todo bien? —le pregunto divertido tratando de borrar el ceño fruncido que tiene en su frente ahora mismo. Tomo su mano.— ¿Cómo te fue en el examen? ¿Estuvo difícil?

Ladea su cabeza.

—No, pude hacerla sin problemas, acabo de salir —se encoge de hombros.

—Gracias a tu servidor —le digo señalándome a mi mismo con aires de arrogancia.— Te dije que era un buen profesor.

Guiño un ojo.

Pero ella no hace ninguna expresión, se mantiene en un estado neutro.

—¿Soph estás bien? —vuelvo a preguntarle, pero me ignora.

—Escucha, si vine a verte es porque quiero que hablemos de algo.

Dice clavando sus verdosos ojos en los míos.

Algo confundido accedo a hablar con ella, no entiendo que es lo que tenemos que hablar. O quizás lo sé pero lo he olvidado. Nos sentamos un poco lejos de dónde estaban entrenando mi equipo de fútbol americano y el equipo de lacrosse para que no escucharan nuestra conversación, tengo en cuenta que en este instituto la gente es muy chismosa. Miro a Sophie esperando a que hable, ella tiene la mirada baja. Pongo una mano encima de la suya incitándole a que hable.

Sube su verdosa mirada mirando un punto fijo en el campus sin decir nada.

—Mike... —me llama aun mirando al frente.

Escuadrón Anti-Chicos© (En edición)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz