A PESAR DE TODO • DRACO MALFOY •

-CADA UNA DE ELLAS-

Megan se desperto sentandose derrepente. Estaba en su habitacion, a su lado estaba Draco.
Su pecho iba y volvia freneticamente, estaba agitada, asustada, sudada...
Miro a su alrededor comprobando que todo estuviese igual, aunque no lo deseaba del todo.
Se levanto de su cama, tomo ropa interior, una camisa de Draco que estaba en la silla y fue al baño.
Se desnudo frente al espejo, parecia que su barriga estaba cada dia mas grande, puso sus manos sobre ella y la acaricio.
Tenia el presentimiento de que sería una niña, eso seria precioso. Tener una hechicera corriendo por la casa... Aunque, le daba igual. Niño o niña, lo amaria igual.
Se baño y mientras enjuagaba el producto de su cabello pensaba. Pensaba en Fred.
Cuanto extrañaba a su mejor amigo.
Pero tambien pensaba en Draco, tener que pasar esto de nuevo...
Ya habia tenido un periodo en donde habia tenido pesadillas, soñaba con sus padres, sus tios, cuando le regalaron el collar de Las Reliquias de la Muerte, la caida de Voldemort y mas recuerdos "traumantes".
Se enjabono el cuerpo y volvio a pensar en todas las muertes que habia tenido que presenciar.
Fred, su querido Fred. Seamus, Colin, Dumbledore, Remus, Tonks, Sirius, Severus, Dobby...
Lamentaba cada una de esas muertes, cada una de ellas.
Los extrañaba, por supuesto que si. Con unos tenia mas afinidad que otros, pero nada era igual sin la presencia de cada uno, eran unicos e irremplazables.
Se enjuago, se seco y salio. Se depilo, ya que sus pequeños pelitos empezaban a molestarla, se puso la ropa interior, la camisa de Draco y se lavó los dientes. Por ultimo, se desenredo el pelo y salio del baño.
Volvio a acostarse a la cama y miraba el techo. Tenia un nudo en la garganta, pero no queria llorar. Eso tenia que parar.
Paso muchas, muchas cosas, debia aprender a superar, o mejor a ocultar un poco sus sentimientos. Asi que solo se permitio un nudo en la garganta.
Draco estaba dandole la espalda, parecia que al haberse ido se movio, asi que esta vez, ella lo abrazo por la espalda.
El al apenas sentir sus brazos en su abdomen, puso sus manos sobre las de ella y se giro para verla a la cara.
-Buenos dias- dijo con voz ronca. Megan sonrio.
Pensó, que quizas no habia voz mas bonita que la de él, y es que no la habia. Asi que, si su voz era hermosa, imaginense ronca. Era la gloria.
-Buenos dias- Hablo ella, le dio un beso en la nariz y el cerro sus ojos.
Se quedaron mirandose un rato mas. Era impresionante que cuanto mas tiempo pasaba, mas se querian.
Cada dia, uno se despertaba para admirar la belleza del otro.
Sus conversaciones nunca tenian un tema final. Sus suspiros nunca cesaban. Sus sonrisas sin motivo aparente siempre estaban alli...
Tomaron la decision de levantarse de la cama, y si fue una decision, porque Draco queria quedarse un rato mas, en cambio, Megan ya queria desayunar.
Megan preparo el frapuccino y el jugo frio de calabaza de Draco. Se sentaron en la mesa y la lechuza de El Profeta llego.
Megan solo tomaba su frapuccino y miraba un punto fijo en la mesa, pero, mientras tanto, Draco fingia ver el diario.
Mientras pasaba sus ojos por cada oracion, su mente viajaba en lo que habia pasado la otra noche.