-¿MIEDO?-

496 23 2
                                    


Volvio a casa y tomo una escoba del deposito. Tomo la de Megan, la mas rapida de todas.

Era hora.

Sabia donde estaba Azkaban, su padre habia ido y su madre y el tuvieron que estar en administracion.

¿Miedo? Quizas un poco. No, nada de miedo.

Estaba totalmente dispuesto a hacerlo. Y debia hacerlo.

En las tres horas habia pensado en los niños, en qué pasaria. Pero fue irresponsable...

Mas que irresponsable.

Pero como Megan siempre le decia cuando el hacia cosas estupidas.

"Te ciega la ira". Y tenia razón, así era, pero esta vez no estaba ella para pararlo.

Esa era la razon, ya no estaba ella.

Tres horas en escoba, recorrio tres horas en escoba y la encontro. La prision de magos.

Los grandes muros se alzaban ante todo, de color frio, sucio, deprimente.

Pero, a partir de ahi, olvido todo. Ni un recuerdo en su mente, solo el momento en el que aparecio frente a su celda y ella sonreia.

-Sabia que vendrias- Pansy tomo las rejas de su celda y lamio un barrote.

-Estas enferma, ¡Demente!- Draco se acerco peligrosamente a los barrotes.

-Lo se, por eso volviste, ¿Verdad?- Se abrazo a sí misma y miro al rubio.

-No tienes idea... ¡No tienes idea!- Draco levanto el tono de su voz y en cuanto metio sus brazos en la celda para dañarla, ella se retiro hacia atras.

-¡¿SABES QUE HICISTE?! ¡PERRA! ¡ME QUITASTE MI VIDA!- Grito, haciendo que los demas se sobresaltaran y miraran con atencion.

-Ahora te quitare la tuya- Hablo despacio y alzo su varita en alto.

Pansy pestañeaba rapidamente y retrocedio hasta dar contra la pared de la celda.

-¡Avada Kedavra!- Pansy cayo al frió suelo, y una alarma empezo a sonar rapidamente.

Pero en cuanto Draco se giro para ir hacia donde habia dejado su escoba, cayo de rodillas en un bosque cubierto de hojas secas.

Se sentia como cuando sobrevolaba los campos en la batalla de Hogwarts, siendo un humo oscuro... Pero no, eso no podia ser, ya no tenia la habilidad de hacerlo.

Derrepente, como si fuese por arte de magia, el sueño lo invadio. Acomodo su mochila como si fuese una almohada y cayo completamente dormido.

A PESAR DE TODO • DRACO MALFOY •Where stories live. Discover now