-¡LA DESPERDICIASTE!-

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Hermione lanzo un grito ahogado y se tapo la boca.
Arthur miraba raro, justo estaba parado detras de Harry, asi que este inclino su silla.
-Cuando alguien quiere casarse con tu hija viene a pedirte su mano, tus bendiciones. Tu aprobacion- dijo susurrando sonriente.
Arthur abrio sus ojos como dos platos y dejo el portafolios en el piso.
Fue hacia Draco y le estrecho su mano.
-Si, si. Claro que si. Tienen mis bandiciones- Hermione rio bajito por la palabra mal pronunciada y Draco intentaba esconder su sonrisa, pero era inevitable.
-Gracias- No lo intento mas y sonrio por completo.
-Creo que debo irme, no quiero que Megan despierte y no este a su lado- Tropezo con un reloj y se fue a la chimenea.
Tomo los polvos flú y en cuanto se vio envuelto en fuego verde, todos se pararon y festejaron. Draco los vio en el momento justo y sonrio.
Mientras tanto, minutos antes Megan pasaba por un mal momento.
Habian tocado la puerta reiteradas veces. Se levanto de la cama con un fuerte dolor de cabeza y se puso un vestido de piyama que habia sobre una silla. Bajo las escaleras y abrio.
-Señor Malfoy...-Era la ultima persona a quien esperaba ver en su puerta
-Buenos dias, señorita Flamel- dijo, y con su baston empujo la puerta y la cerro tras el.
Megan estaba nerviosa, parecia que Draco no estaba en la casa, asi que se sintio un poco insegura. Mientras Lucius inspeccionaba la casa con un vistazo, Megan intentaba recordar donde habia dejado su varita.
-Que... linda casa- Lucius giro a ver a la novia de su hijo
-¿Y la bebe?- Justo en el instante que el hablo, un fuego verde se creo en la chimenea y Draco corrio a su padre.
Lo empujo contra la puerta de entrada y apoyo su antebrazo en la garganta de Lucius
-¿Ahora te preocupa la bebe?- Lo miraba directo a los ojos y tenia los dientes apretados
-Draco, Draco basta- Megan quizo despegar el brazo que apretaba la garganta de su suegro pero este no cedia.
-Dijiste que cambiarias. Te di la oportunidad de que cuando mi hija naciera la conocieras. ¡Y LA DESPERDICIASTE, BASTARDO!- Lucius no tenia expresion en su cara, solo miraba a su hijo algo sorprendido.
-¡Draco déjalo! Si el no la queria conocer el se lo pierde, no pierdas tu tiempo. ¡Deja que se vaya!- Draco miro por ultima vez a su padre y lo solto.
-Vete, y no pises NUNCA mi casa. No eres bienvenido- el señor Malfoy miro a Draco y a Megan. Sonrio y abrio la puerta
-No iba a conocer a una estupida bebe que no era una bendicion- Mala idea. Draco se lanzo encima de el y le pego en la cara.
-¡DRACO, ES TU PADRE!- Megan vio su varita sobre la punta de la mesa y corrio a ella. La tomo y separo a Draco de su suegro
-No hay mayor insulto que me hayas enfrentado, y de la forma mas muggle posible. Piensa con quien convives Draco, recuerda lo mal que puede hacerte estar cerca de una sangre sucia- el rubio estaba encima de el, levanto un puño en el aire y el cuerpo de su padre desaparecio.
-No puedes obligarlo a que quiera a nadie- Megan estaba agitada, ayudo a Draco a levantarse del piso y este la abrazo.
-Siempre es mi culpa, no llegue a tiempo para impedirle que entre. Lo siento- los pechos de ambos subian y bajaban a toda marcha. La rubia lo apreto contra ella.
-Esta bien, pero llegaste. Siempre estas para salvarme- Lo miro y lo beso.
-Gracias por lo de esta mañana. Me siento algo avergonzada pero yo queria moverme y mi cuerpo no respondia- Megan miro el piso totalmente avergonzada, pero su novio tomo su barbilla y la elevo para que lo mire a los ojos.
Sonrio y sin decir nada mas, la beso otra vez.
Entraron a la casa y acomodaron algunas cosas.
-Oye, no se a donde fuiste, nisiquiera se si desayunaste. ¿Quieres desayunar conmigo?- Draco se sintio aliviado de que Megan no haga muchas preguntas. Asintio y en cuanto Megan saco los granos de café y el jugo de calabaza, dos lechuzas entraron por la ventana de la cocina.

A PESAR DE TODO • DRACO MALFOY •Where stories live. Discover now