El sociópata y yo

Caso 10: La novia abominable. Capítulo 7: De vuelta a la realidad

           

Vieron como llegaba el jet privado en donde se había marchado Sherlock, minutos atrás. En eso llego Mycroft, los cuatro empezaron a caminar y se subieron al jet. Alline estaba feliz, en cierta manera de que no se hubiera ido.

-      Bueno, un exilio más corto del que habíamos imaginado, hermano mío- dijo Mycroft satisfecho mientras todos entraban-, pero probablemente adecuados dados tus niveles de TOC.

-      Tengo que volver- ordenó Sherlock.

-      ¿Qué? – preguntó Alline acercándose.

-      Yo... Estaba muy cerca, ¡casi lo tenía! – respondió Sherlock.

-      ¿De qué diablos estás hablando? – pregunto John-. ¿Volver a dónde? No has llegado muy lejos.

-      ¡Ricoletti y su abominable esposa!, ¿no lo entienden? – respondió con desesperación.

-      No, claro que no- respondió Marian-, no hablas con sentido Sherlock.

-      Fue un caso- respondió Sherlock tranquilo-, uno famoso de hace cien años. Alojado en mi disco duro, ella parecía estar muerta, pero entonces regresó.

-      ¿Qué? ¿Cómo Moriarty? – preguntó Alline.

-      Se pegó un tiro en la cabeza, justo como Morairty.

-      Pero te lo acaba de decir. Nos acabamos de enterar, está en cada televisión del país- Alline se sentó en el sillón que estaba en frente de Sherlock.

-      ¿Sí? ¿Y? Han pasado cinco minutos desde que Mycroft me ha llamado. ¿Qué progreso has hecho? ¿Qué has estado haciendo?

-      Mas importante- dijo John-. ¿Qué has hecho?

-      He estado en mi Palacio Mental, por supuesto- respondió Sherlock como si fuera lo más obvio del mundo.

-      ¿Por supuesto?

-      Haciendo un experimento. ¿Cómo habría resuelto un crimen si hubiera estado ahí en 1895?

-      Sherlock- susurró Alline mientras Marian agarraba su celular.

-      Tenía todos los detalles. Estaba ahí todo, todo. Estaba inmerso.

-      Claro que sí- respondió Mycroft pensativo, que ya se encontraba sentado en otro asiento.

-      Has estado leyendo el blog de John- dijo sorprendida Alline al ver el celular de Sherlock para ver que había hecho-. La historia de cómo se conocieron.

-      A veces me ayuda si me veo a través de sus ojos- respondió Sherlock-. Leí un poco de tu diario, tal vez las primeras páginas y él día que llegaste a Baker Street.

-      No preguntaré eso- respondió Alline ante cualquier duda.

-      Soy mucho más inteligente.

Se quedaron en silencio, pensando en todo lo que les acababa de decir, Alline vio a Marian pensando que tal vez era una locura el caso de Emelia Ricoletti y que Sherlock estuviera recreando todo en su mente. Alline devolvió su mirada a Sherlock, creyéndole toda aquella locura que se le acababa de ocurrir.

-      ¿Crees que alguien te cree? – preguntó Mycroft rompiendo el silencio.

-      No, puede hacerlo, lo he visto- respondió Alline segura-. El Palacio Mental es como un mundo entero en su cabeza.

-      Sí, y necesito volver ahí- contestó Sherlock desesperado.

-      El Palacio Mental es una técnica de memoria, se lo que puede hacer y se lo que definitivamente no- dijo Mycroft.