Caso 13: El problema final. Capítulo 6: La hora de las decisiones

224 25 1
                                    

Entraron a una habitación completamente vacía. No había absolutamente nada en el interior mas que ellos tres y una pantalla en cada pared.

- Vaya, hermanita, no es que me queje, pero esta vacío- comento Sherlock al entrar-. ¿Te has quedado sin ideas?

- No está vacía, Sherlock- apareció Eurus en la pantalla dejando ver a Alline y Marian aún vivas-. Todavía tienes la pistola, ¿verdad? Te dije que la necesitarías, porque el siguiente juego es para dos. Solo dos seguirán. Tú decides ahora, es la hora de las decisiones. ¿A quien necesitas más? ¿A John o Mycroft? Es una ronda de eliminatoria. Eliges uno y matas al otro. Para hacer las cosas más divertidas te lo pondré de está manera. Si disparas a John, mato a la dulce y adorable Catherina. Si disparas a Mycroft, mató a la otra chica. Tienes que elegir, familia o amigo. Matas a tu amigo, matas a tu esposa. Matas a tu hermano, matas a tu amiga.

Las dos amigas se vieron por un instante, completamente aterradas por la idea. Ninguna de las dos quería dejar a sus esposos solos. Sabía que no lo iban a superar tan fácilmente en tan poco tiempo. Sería muy difícil para ellos.

En dos de las pantallas del pequeño cuarto se encontraba la misma grabación de Moriarty que había puesto en los anteriores acertijos. Haciendo que se sintieran presionados cuando en una apareció una toma cercana de Alline y en la otra pantalla, se encontraba la imagen de Marian.

- ¡Eurus, ya está bien!- grito Mycroft.

- Todavía no, pero casi. Recuerda que hay un avión que no va aterrizar.

Mycroft se acercó a Sherlock, estando seguro de que su propio hermano, no sería capaz de matarlo. Pero se encontraba totalmente equivocado. Sherlock no quería matar a nadie. Sabía el riesgo que implicaba a cualquiera de los dos.

- ¿Y bien?- pregunto Mycroft.

- Y bien, ¿qué?- contestó Sherlock molesto.

- No creo que haya nada de que pensar, ¿no?- se dirigió a John-. Lo siento doctor Watson, Smith, me caen bien en muchos aspectos. Despídete de ellos y pegale un tiro- miro a su hermano menor-. ¡Mátalo!

- ¿Qué?- preguntó John.

- Mata al doctor Watson. No hay duda de quien debe de continuar. Está claro que tú y yo. Lo que sea que nos espera requiere cerebro, Sherlock, no sentimentalismo. No prolongues su agonía. Mátalo.

- ¿Puedo dar mi opinión?- pregunto ofendido John.

- Hoy somos soldados. Los soldados mueren por su país- continuo Mycroft-. Lo lamento, doctor Watson, Smith, pero hoy el privilegio es suyo.

John empezó a analizar las palabras. Después se acercó a la pantalla donde se encontraba Marian, estaba seguro de que Rosie se iba a encontrar en buenas manos. Dio media vuelta a ver a Alline, quien tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Sus hijos eran su adoración, el problema era si su amigo iba a poder seguir adelante.

- Mierda, tienes razón- continuó con su razonamiento, Sherlock miro a su amigo-. El tiene la razón.

- Hazlo ya, no prolongues su agonía. Acabamos con ello y vayamos al trabajo.

John se paró en su lugar, haciendo que la pelirroja cerrará los ojos al escuchar que ella había sido condenada a morir. Tratando de despejar su mente en el momento que escuchará la bala cruzar el vidrio.

- Debería de habérmelo esperado- comento Mycroft triunfante-. Lamentablemente, siempre fuiste el lento, el idiota. Por eso, siempre te he despreciado. Nos avergüenzas a todos. Eres la lacra de la familia. Por una vez en tu vida, haz lo que hay que hacer. Libra a estos dos imbéciles de mi miseria. ¡Mátalo!

El sociópata y yoWhere stories live. Discover now