Silence

18. Llamadas telefónicas

capítulo dedicado a bluesick porque escribe súper cool. vayan a leer sus historias, no se van a arrepentir ;)

Había llegado la semana de exámenes. Todo estaba lleno de estrés y montones de libros que por fin estudiaría. Nunca se había sentido tan estresado por algo, era como si todo el peso del mundo hubiese caído sobre él. 

Le molestaba tener tantas cosas pendientes, porque desvelarse estudiando le ponía de pésimo humor. Y en ese instante, todo lo que deseaba era encajarse el bolígrafo contra la cabeza hasta que su masa cerebral manchara los papeles sobre la mesa.

Era una mierda dejar todo para el último minuto, ya no iba a volver a hacerlo jamás (decía eso cada vez que las evaluaciones estaban a punto de llegar). Tenía examen de metodología en dos horas y no lograba memorizar nada.

—Odio mi vida —comentó dramáticamente.

Matt y Nash levantaron su interés de la barra que tenía la cocina, pues se encontraban allí desde hace varios minutos. Mientras el más joven pintaba sus uñas de color turquesa, Matthew llenaba papeleo de hospital. Todo en completo silencio para evitar desconcentrarlo.

—Le dije que dejara Sherlock para después —murmuró Nash, suspirando.

—Es Cameron, cuando le dices que deje algo para después, lo hace en ese mismo instante, ¿qué esperabas? —contestó el otro, volviendo a su libro.

—Debí haberle dicho que estudiara en dos semanas. Así lo hubiera hecho ayer y hoy podríamos desayunar cosas de Subway, que el recogería, claro.

—Neh, no creo que lo hubiera hecho. ¿Lo has visto últimamente? No sé si tiene problemas de concentración o simplemente está enamorado.

—Creo que se trata de la segunda opción —susurró en respuesta, levantando dos dedos.

—Por esto no dejo que salgas con nadie. El amor hace tonta a la gente.

—Lamentable —El pequeño chasqueó la lengua, agitando su mano para que la laca secara.

Él les miraba desde su sitio sobre la alfombra. Estaba en la sala, con la espalda apoyada contra la parte baja del sofá. Sentía que estaba a punto de explotar a causa de la presión, pero aun así, era divertido escucharlos hablar sobre él.

—Que estén allí cuchicheando cosas no le ayuda a mi concentración —dijo.

—No necesitarías concentrarte si hubieras estudiado con anticipación. ¿Acaso olvidaste que vives con dos salvajes fiesteros y creíste que te permitirían estudiar en silencio? —comentó su compañero con sarcasmo.

Soltó un bufido, arrugando un par de hojas contra su rostro. Todo olía a papel y a tinta; el aroma más horrible que hubiera apreciado alguna vez: presión y malas esperanzas.

—¿Por qué rayos necesito aprender sobre metodología de la investigación? ¿Por qué debo memorizar tanta maldita teoría cuando todo lo que quiero hacer es pintar mierdas en la calle y vivir en un callejón?

—Uhm, no sé si sepas, Cam, pero normalmente la gente estudia para evitar vivir en callejones —argumentó Matt, sin evitar sonreír.

—Sería feliz estando en la cárcel.

—Las cosas allí no son como en Orange is the new black —explicó Nash, riendo.

—Sí, probablemente algún negro te violaría al llegar y acabarías muerto por no querer entrar a una secta.

Soltó un ruidoso suspiro, golpeando su frente contra la mesa de madera.

—Pero eso me libraría de estudiar —dijo en un murmuro.