23. Confusión Y Estrategias

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Las manos se movían de izquierda a derecha, acompañado del sonido del raspar de las plumas. Claire sentía que iba a caer de cansancio en cualquier momento. Hizo el intento de no dormir, haber soñado con Sirius no era algo normal, sentir como si fuese real su respiración, sus manos y sus muy mojados besos no le habían permitido dormir decentemente. Hizo el esfuerzo por terminar rápido y poder recostarse en la mesa. 

— Señorita Nclean... Señorita Nclean.... ¡señorita Nclean!

Se levantó de golpe, la profesora de Runas Antiguas estaba frente a ella. Sus demás compañeros ya no estaban, el aula estaba vacía a excepción de ella y la profesora. 

— terminé mi ensayo....

— ya veo que si señorita Nclean.... Tengo que informarle que la clase terminó hace diez minutos

— Oh, demonios

— ¿disculpe?

La profesora Babbling se giró para verla a mitad de camino al escritorio. La profesora negó levemente,  y prosiguió con su camino. Claire tomó el libro de jeroglificos mágicos y logogramas y salió del aula. Se sentía realmente cansada, lo único que quería era dejar caer la cabeza en una almohada y no levantarla hasta el día siguiente; menos mal que el día de hoy no había luna llena. Su siguiente clase era nada más y nada menos que encantamientos, esperando que la dejaran pasar a esa hora, pero conociendo al profesor, lo haria.
Trató de estar totalmente despierta hasta que por fin llegó la hora del almuerzo.

En vez de ir al gran comedor como los demás prefirió quedarse en el dormitorio.

Dejó el libro sobre el escritorio y sin más preámbulos se dejó caer en la cama. Sabía que había esa posibilidad de que Sirius apareciera en sus sueños de nuevo, pero no iba rendir nada si no descansaba.

Marlene entró muy animada, le encantaba estudiar en voz alta, para la castaña eso era bueno, por que recordaba los estudios de Marlene en algunas ocasiones, pero en esos momentos sólo quería que Marlene callara su boca parlanchina.

— Marl.. por favor...— imploró contra la almohada. Se imagino la cara de su madre de total desaprobación, aquella mirada que siempre le daba cuando no queria levantarse de la cama en los dias lluviosos cuando era pequeña.

Cuando se despertó el dormitorio estaba vacío, miró el reloj y al ver que faltaba poco para las seis recordó que había aceptado la cita de Canuto. Se cambió de ropa y salió a la sala común; ninguno de los Merodeadores estaban presentes.

¿pero que estaba haciendo? Nunca se hubiese imaginado en una cita de verdad con Canuto, si le hubiesen dicho eso en cuarto año, seguro se hubiese echado a reír. Seguramente pensaría antes ir a Azkaban que tener una cita con Sirius.

A cada paso que daba Claire parecía estar más nerviosa y al momento de ver a Frank sonrió y ocultó su nerviosismo. Longbottom se detuvo frente a élla y le sonrió amablemente, como era típico de Frank.

— ¿vas a la cocina? — preguntó Curioso — te advierto que hay un escándalo por allá, los tejones se han puesto a cantar Feliz cumpleaños a Amelie Road

— no, no voy a la cocina. Éste.... Pero gracias Frank

— oh, bueno ahora sabes, por cualquier cosa

— si, gracias.

Frank le sonrió una vez más y ella pudo notar un leve rubor en sus mejillas, supuso que aún se sentía avergonzádo por lo del baile.

— ¿que harás en las próximas vacaciones de Pascua?

— aún no lo sé — dijo en voz baja — ¿que hay de ti? ¿tienes planeado algo?

Travesura Realizada (Época Merodeadora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora