Travesura Realizada (Época Merodeadora)

36. Junio

Los dias se habian pasado volando, Junio habia llegado y Dumbledore les habia avisado con anticipación de una semana que el tribunal de examenes mágicos  ya tenia las fechas asignadas.

Remus y Claire se preguntaban cosas constantemente para no olvidar nada. La castaña habia releído su libro de pociones solo por precaución de que no le faltara ningún detalle de las pociones más importantes. Sabia que los miembros del tribunal la mandarían a hacer pociones sin dudarlo.

Cada examen contaba con una parte teórica y otra practica. En lo practico cada alumno era examinado personalmente por un miembro del Tribunal de Examenes Magicos, quien le evalúaba según sus aptitudes.

La castaña soltó un gran bostezo y cerró el libro de pociones avanzada.  Sirius se echó a los pies de Claire. De inmediato Lily llegó corriendo y al ver al gran perro negro que estaba junto a Claire suspiró.

— Sirius, van tres de dos — se quejó. Se hizo el pelo para atrás y luego miró a Claire  — ¿sigues estudiando? todo va a salir bien, descuida. Seras una gran Sanadora, ya lo verás

Lily tenia las mejillas rojas, seguramente por que había correteado por el castillo atrás de Sirius. 

— Gracias Lils — Sonrió agradecida — ¿Intentaste ganarle una vez mas a Sirius?

El perro negro alzó la mirada y posicionó sus patas delanteras sobre el regazo de la castaña. Ella sonrió y empezó a acariciarle con ternura.

James bajó por las escaleras y al llegar a Lily le dió un muy largo beso. Claire sonrió y siguió acariciando al perro negro. Evans ya se habia puesto al tanto de ciertas cosas entre las cuales  que ellos eran animagos y de igual manera la razón por lo que habían decidido serlo. Lily se había vuelto comprensiva por el tema y los apoyaba cuando podía.

La pelirroja sonrió al momento que James la abrazó por la cintura.

— Vainilla que cariñosa estás con Canuto hoy

— James, dejalos — le llamó la atención Lily con voz dulce

Claire levantó la mirada y su sonrisa se hizo más amplia. El perro negro lanzó un ladrido.

— tranquilo  — James rió por lo bajo — de todas maneras tenemos planeado algo ¿Verdad?  — preguntó hacia Lily quien asintió con una sonrisa.

Tal como lo habia dicho James, ambos salieron tras un momento dejando a Claire y a Sirius en la sala comun.

[....]

Por fortuna o desgracia la semana más estresante había llegado. Después del desayuno los alumnos de séptimo curso permanecieron en el gran comedor para la parte teórica de los Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas. 

Las cuatro mesas desaparecieron y dieron lugar a mesas individuales, cada alumno tomó asiento, en cada mesa había una pluma y un frasco de tinta. Era como si volviesen a presentar los TIMOS. Una vez que todos los alumnos habían tomado sus lugares, el tribunal de Exámenes se colocó frente a ellos. Uno de los tres miembros del tribunal, conocido como Tiberius Odgen agitó la varita al aire y el reloj que estaba detrás de ellos empezó a moverse e inmediatamente las manos empezaron a moverse y se pudo escuchar el raspar repentino de las plumas sobre los pergaminos que habían sido mágicamente colocados al frente de cada alumno una vez que el gran reloj empezó a moverse.

Claire leyó las interrogantes, y una vez que terminaba de leerlas escribía las respuestas. Aquellas preguntas venían desde lo que había aprendido en el primer curso hasta el séptimo. Tener la presencia de aquellos ancianos que pertenecían al Ministerio no era muy agradable, más bien era desesperante; caminaban entre las mesas haciendo resonar sus zapatos entre el silencioso ambiente que no dependía más que el raspar de las plumas.