capitulo 24

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— no necesitan esconderse — ambos jovenes observaron a aquel tipo con asombro.

Hace unos minutos lo habían visto convertirse en un monstruo y ahora estaba de lo mas normal, con una sonrisa y postura relajada.

— ¿qué eres? — pregunto primero la chica ya estando de pie.

— tú deberías saberlo mas que nada.

— no entiendo de qué me estás hablando — se estaba negando a afirmarlo.

Porque muy dentro de ella sabía a lo que se refería. Era un híbrido.

— es facil reconocer a los tuyos ¿verdad? — el chico soltó un suspiro de cansancio al verlos retroceder por su predencia — no quiero hacerles daño, solo ayudarlos.

— ¿de qué forma nos ayudarás? — esta vez pregunto el castaño.

— supongo que son cazadores y que están aqui por una mision, puedo ayudarlos a cumplirla — los chicos se miraron entre si, no sabian si confiar o no hacerlo.

— si confiamos en ti ¿no andaras con chisme? — la rubia mas que nada sabía que no debian confiar tan rápido en cualquier extraño.

— por nada del mundo lo haría.

— lo pensaremos — dio la respuesta el castaño.

— no los presionaré.

Pasaron los días, el chico pálido siempre se acercaba a los hermanos con la intencion de ayudarlos y estos no ponian alguna objecion.
A las tres semanas ya habían logrado con exito su primera mision y todo gracias a Peter, quien no tardo en convertirse en su mejor amigo.

Habían descubierto muchas cosas juntos; compartian gustos similares por las artes marciales, armas y tecnología, sin duda eran el mejor trio de amigos y socios.

Y como buenos amigos, siempre necesitan divertirse, pero no como cualquier adolescente en algun antro, si no como lo harían algunos novicios.

— me siento un poco asustado — admitio el castaño mientras se apoyaba en la fría pared del callejon.

— lo peor que nos podrían hacer esas escorias de humanos es causarnos aburrimiento — se burlo la rubia — ademas, estamos aquí con la gran leyenda Peter el destripador de cuerpo

— tranquilos chicos, no hagan ruido— trato de calmar a sus amigos el híbrido — Ademas, tú también eres una leyenda, Emma la híbrida — comento señalando a la chica.

— solo soy híbrida común de dos especies, y respecto a mi emocion es porque no eh bebido de la sangre humana desde hace un mes

— te has vuelto una adicta a esa cosa — comento con burla el castaño.

— y tú a la carne humana — contraataco su prima.

— touche — el castaño observo a los que podrian ser sus posibles victimas cuando reconocio a alguien — Peter ¿puedo hacerte una pregunta?

— sabes que si.

— ¿porque te peleaste esa vez con ese chico? — de inmediato se escucho un gruñido proveniente de su amigo.

— quería tener una venganza, ese chico me humillo durante años cuando un niño

— no todas las veces la venganza perfecta son los golpes — intervino la chica ganandose la mirada de ambos chicos — mi hermana lo hacía todo el tiempo cuando eramos pequeñas, mas sin embargo jamas me atreví a dañarla. Tan solo te amargas mas la vida

— ¿por qué jamas me lo dijiste? — le reclamo su familiar.

— porque de igual manera no iba a servir de nada, mi hermana siempre se había creido mejor que yo y eso nadie podría cambiarlo.

Esas palabras tan solo causaron que ambos chicos sintieran fastidio.

— ¿cómo pudiste dejar que te haga esto? Hacerte sentir inferior a ella aunque ya no esté viva.

— ahora es pasado, su alma ya debe estar descansando en paz — susurro lo ultimo.

— aunque sea pasado, tú eres mas que ella. Eres mas poderosa que todos ellos juntos, nadie debio atreverse a decirte aquello.

— tan solo soy una cazadora, nada mas

El castaño solo se mantenia callado, pero viendo la pelea que se aproximaba entre los jovenes decidio intervenir — creo que es hora que nos vayamos Emma, tenemos algunos asuntos que resolver. Te llamaremos luego Peter.

El chico tomo del brazo a su prima y salieron del callejon, dejando a su amigo pensando sobre los hechos contados.

Emma era igual que él cuando era un niño, tenía sus mismos pensamientos. Se negaban a aceptar su verdadera raza, tenían miedo y sobre todo... ambos habían sido lastimados por su propia sangre.

¿podían ser mas iguales?

Sin duda no se había equivocado con ella, estaban destinados a estar juntos.

...

— ¿podemos hablar, Emma? — el chico de piel pálida esperaba una respuesta positiva, esperaba que la luna que ahora los cubria con su luz lo ayudara en esto.

— Emma, tengo que llegar a casa rapido, ya sabes que me es incomodo entrar a los baños públicos — la chica asintio a la peticion de su primo y este se fue corriendo.

Despues de todo no estaban tan lejos de casa.

— ¿te parece caminar mientras hablamos?— ofrecio el chico.

— el bosque es mas divertido en las noches — ambos se sonrieron a tal respuesta de la rubia.

— ¿Qué es lo que eres Peter? — la chica empezó la platica.

— ¿no has escuchado de la leyenda del híbrido? — la rubia asintio expectante — pues adivina... yo lo soy, pero no soy el único.

— creí que solo una persona podría ser el elegido en cada leyenda.

— pues no. Adivina quien es la otra persona querida. — el chico estaba de buen humor y lo hacía notar en cada palabra suya

— y-yo aún no lo puedo procesar así que...

— eres tú — la rubia lo observo sin creerle — no me digas que no lo sabías, está más que claro. Tu aroma es diferente.

— mi loba está retenida. Eso no es posible.

— tu loba has dicho. Pero no las demás especies, incluso ahora te luces como vampira — la chica negó con la cabeza tratando de no escuchar sus palabras — ¿no te das cuenta? Podemos gobernar a todo el mundo sobrenatural, podemos hacerlos sumisos a todos aquellos que alguna vez nos humillaron, podemos ser los mejores... ¿aceptas?.





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