capitulo 20

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La voz de aquel hermano suyo sonaba preocupada, observo de reojo a los rubios frente a él. Sabía que podían estar escuchandolo y eso le confirmaba una cosa, estaban nerviosos por algo.

— sabes que siempre estaré a disposicion de mis hermanos. — un suspiro se escucho en la otra linea — ahora en que problemas te metiste.

hace una semana Emma y yo fuimos intervenidos por nuestros enemigos, ella fue llevada con ellos. Un grupo de amigos y yo hemos estado buscandolo durante todo este tiempo, pero no hay ni un rastro de ella. Necesito tu ayuda David.

El chico observo a los rubios con molestia ¿estaban huyendo de Jackson o algo asi?

— ¿dónde estás?

te mandare la direccion por mensaje.— al otro lado de la linea tan solo se escuchaban cosas siendo rotas.

— ¿está pasando algo allí?

no, no te preocupes. Nos vemos.

Guardo su celular al terminar la llamada, su mirada seguía puesta sobre aquellos chicos — ¿no le avisaron a Jackson?

— olvidamos hacerlo, estábamos demasiado preocupados por Emma que nos olvidamos ese detalle — respondio el chico.

¿le creía? Sentía que no debía hacerlo, pero sabía como era estar en una situacion desesperante; olvidas todo por esa persona, tan solo piensas en que estará bien y ruegas por ello, aunque no haya esperanza alguna para que esa persona viva. Paso dos veces por ello y no era quien para juzgar.

— iremos en este mismo instante al lugar en el que se encuentra Jackson — demandó el azabache para luego salir de la casa seguido de los rubios.

...

Jackson la iba a matar, se vengaría de la rubia sin duda alguna o peor aun, dejaría de hablarle.

Aunque eso no la preocupaba, no necesitaba de nadie...

¡¿a quien mentia?! Necesitaba a sus hermanos mas que a nada en el mundo.

— ¿estás hiperventilando? — la rubia nego ante la pregunta de su amigo — puedo escuchar tu respiracion agitada claramente.

— el auto está en silencio, es obvio que ibas a escuchar mi respiracion. — observo desde su sitio a su hermano conducir con el rostro lleno de seriedad.

Lo que Jace no hacía con ella, que eran castigos, lo hacia David con su caracter duro de roer; a Jace lo convencia de no castigos con una cara de perro degollado, no podía hacerle eso a David, si lo hacia, su hermano la castigaria aun peor.

La ley del hielo.

Ese era el peor castigo que podía imaginarse por parte de sus hermanos.

— llegamos, bajen ahora mismo si no quieren que los baje a patadas — ambos asintieron y salieron del auto.

El chico sin duda daba miedo, su voz y presencia era lo que les hacia temer. Al rubio no se le paso desapercibido la mueca de asco hecha por el azabache al salir del auto.

— ¿los lobos no son de tu agarado? — David volteo con la ceja alzada hacia el rubio.

¿le hablaba a él?

— no son las criaturas que me caen mejor

Lo entendía, a el tampoco le simpatizaban esos perros de tres a cuatro metros de altura.

El azabache tomo su celular y marco a su pequeño hermano — Estoy en la frontera, te espero aquí. Hay algo que tienes que ver con tus propios ojos, luego entre ambos decidimos que hacer con ello.

estaré allí con unos amigos — la llamada fue cortada al instante.

Luego de unos minutos un gran lobo de color azabache con manchas blancas se avalanzo sobre la rubia, pasando su lengua por todo su rostro cual cachorro al ver llegar a su dueño.

— no, basta — logro hablar la chica mientras reía, el rubio observaba la escena divertido.

Sentía que estaba por ganar la apuesta, ya podía saborear la sangre que le regalaría la rubia.

David tan solo los observava serio hasta que llego Jackson, este al ver a su prima debajo del lobo solo pudo llorar de felicidad.

El lobo luego de unos segundos pudo dejar tranquila a la rubia, donde su primo aprovecho para correr a abrazarla, aunque la rubia estaba cubierta de baba, eso no lo iba a detener.

El lobo se fue tras unos arbustos, tal vez a cambiarse pensaron la mayoria.

— ¿la salvaste? — el azabache nego la pregunta de Jackson.

— la niña fue rescatada hace dos días por sus guardianes vampiros, los cuales olvidaron avisarte segun me cuenta Isaac.

— eso es lo que paso.

De entre los arbustos salio el lobo tranformado ahora en humano, se notaba su mirada molesta, se acerco hacia la rubia y sorpresivamentetomo la cargo como un saco de papas.

— ¡¿qué te pasa maldito lobo?! ¡¿por qué te la estás llevando?! — David estaba saliendo de sus casillas.

— tenemos que conversar seriamente los tres — señalo el castaño a si mismo, al vampiro y a su hermano. Los tres observavan como el alpha se alejaba con las protestas de la chica.





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