capitulo 12

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EMMA

— ¿qué paso con Jackson? — el rubio me ve extrañado al cortar la llamada.

— me mando un audio... al parecer le estaban haciendo un interrogatorio su mate y sus hermanos. Estaban cruzando la linea y tuve que llamarlo he inventar una mentira.

— enserio que ustedes tienen todo planeado Emi. — rio. — ¿vendrá al castillo?

— supongo que si. ¿liberaste a Mike? — ambos llevamos la mirada al armario de mi habitación.

— no. ¿sabes Emma? — me guiña un ojo y le sigo el juego.

— ¿Qué pasa Isaac? ¿es algo sobre Grace? — grito mas de lo normal la ultima pregunta.

— a que no sabes que me dijo.

— ¿qué cosa? — grito "desesperada por saber".

— me dio que había un chico llamado Ian— grita el nombre mi rubio amigo, provocando un gruñido proveniente del armario— y no sabes como está. Incluso me mando una foto. ¿quieres ver?.— no espere ver que el chico sacará su celular y me mostrara una imagen.

— ¿es verdad? — susurro.

— si. En estos momentos esta con él y un grupo de chicas y chicos. ¿qué te parece el chico? — el chico no esta para nada mal eso debo decirlo. Es rubio platinado, los musculos se le notan por lo apretada de la camiseta. — ya deja de babear.

— imaginate como estará Grace a su lado. — unos golpes nos hace sobresaltar, la bestia esta despertando. — despues de todo no es nada ilegal. Ella esta SOLTERA, puede ver a cualquier hombre que se le antoje. Los hombres no son los unicos con el derecho de ver a mujeres y coquetear.

Y allí la puerta de mi armario sale disparada a la esquina y un molesto Mike sale de ella corriendo a velocidad vampirica. — está en el restaurante colmillos finos. — grita Isaac.

Ambos nos rompemos en carcajadas.

— somos unos buenos cupidos. — chocamos los cinco y nos disponemos a salir de mi habitacion. — tendré que mandar a reparar el armario. — soltamos risitas.

— despues de todo se lo merecía. El primero empezo coqueteando con esa novicia, mientras Grace se moria de la furia. Ahora era su turno.

— creí que era falso sobre el chico. Aunque ese tal Ian... tiene lo suyo. — empezamos a bajar las grandes y largas escaleras con cuidado.

— si yo fuera mujer... me lo comería entero. Enserio. — rio con él.

— hay solucion para eso. Pero enserio, tal vez podría conocerlo antes de irme.

— ¿aventura de una noche? — pregunta burlon.

— tal vez. — me ve extrañado y rompemos en carcajadas, de nuevo. — aunque sabes que n- — la palabra se me queda atorada al ver a cierto azabache.

— hola Emma. — sus ojos destilaban enojo. — hola Isaac.

— ¡Wyatt! Que sorpresa verte aquí. — el rubio baja rapidamente las escaleras y abraza al lobo como si fuesen amigos de toda la vida. — ¿qué te trae por el territorio vampiro?

— una relación. — me ve con dobles intenciones, lo sé. Quiero morirme ahora mismo. — una relacion de amistad entre los territorios. Ya sabes.

— oye ¿conoces la ciudad?

— no, lamentablemente no la conozco del todo bien. ¿querrías enseñarmela? — estos dos estan jugando a algo, se sonrien complices.

— oh — pone su mano en su frente dramaticamente. — lo siento Wyatt, el abuelo me necesita pero, mi estimada amiga rubia te lo puede enseñar.

Isaac ¿a qué mierda estas jugando...?— lo llamo por el enlace mental

Tengo la apuesta ganada.

— ¿querrías enseñarme la ciudad Emma? — ambos me ven expectantes. Esto es trampa.

— claro. Mucha suerte con Vlad Isaac, luego de enterarse que derramaste su bebida favorita no creo que esté de humor. — abre los ojos desmesuradamente mientras yo tomo el brazo del azabache y lo dirijo a la salida.

Al pasar por las grandes rejas, ambos guardias nos ven extrañados. Me doy cuenta que mi mano sigue tocando su fuerte brazo, lo suelto inmediatamente y camino un paso adelante que él. No quiero que vea mi sonrojo.

— para empezar. No quiero que te atrases, no me gustan los bultos. — me cruzo de brazos sin verlo.

— ¿enserio no te gustan los bultos? — esta vez lo miro. — son muy relajantes y exitantes ¿no lo sabias? — camina alrededor de mi persona. — ademas tengo uno que... puedo asegurar que cuando lo veas, te encantara. Y lo hará tanto que te volveras adicta a él. — puedo asegurar que toda mi rostro está rojo.

— que pervertido eres. — sigo el camino rocoso. Escucho su carcajada.

Un dolor en la sien hace detener mi andar. Maldita sea... Kiara.

— ¿estás bien? — asiento y continuo caminando.

— tenemos que darnos prisa, ah este paso llegaremos al anochecer a nuestro destino. — adelanto un poco más mi paso.

— ¿me estás diciendo lento? — llega a mi lado. — hagamos una carrera. — me detengo.

— ¿qué? ¿quiere humillarse acaso el alpha? — sonríe. — entonces hagamoslo.

— tu terminaras humillada Emma. — ambos nos ponemos en posición.

— ¿sabes el camino al centro verdad? — asiente sin dejar de verme. Hago crecer mis colmillos. — 3.2.1.

Ambos empezamos a correr, llevo la delantera así que no me preocupo. Salto algunas rocas y evado las ramas. Un dolor me llega al hombro, detengo mi carrera.

Una flecha.

Una bendita flecha está en mi hombro, pero no esta sola. Hay una nota en ella.

¿pero qué?

Quito la flecha de un solo movimiento, aún con dolor, quito la nota.

Es una hermosa vista verte correr rubia.
Disculpa él metodo de hablar contigo, pero tenía que hacerlo.

Debajo del parrafo, se encuentra un simbolo muy conocido por mi. Una espada con ramas abrazando el metal.

Peter.

¿él? ¿qué hace aquí? ¿me ah estado siguiendo?. Observo a todas partes, evaluando el lugar en el que me encuentro. No hay nada sospechozo.
Un brillo me hace cubrir mi rostro con mi mano. El sol se está poniendo, guardo la nota en uno de mis bolsillos.

Wyatt debe estar preocupado. Empiezo a correr nuevamente. Espero que no se de cuenta de la mancha de sangre en mi hombro.

Cazadora Híbrida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora