Capítulo 15: La voz del silencio

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-¿Es aquí? –preguntó Lizzie.

-Sí, es este restaurante –respondió Nathan –recuerdo haber venido con mis padres cuando era pequeño.

Peter había llamado para decirles que habían quedado para ir a comer a aquel restaurante. Que habían quedado para ir a comer allí juntos con uno de los grupos que participaba en el concurso. Debían estar al llegar, habían quedado delante de la puerta a la una y media.

-Allí vienen –dijo Lizzie. Venían caminando des del estudio, que no quedaba muy lejos. Al verlos Ayna los saludo con la mano.  Ayna iba a la cabezera con un chico moreno al que no conocía de nada, detrás de ellos pudo ver a Peter y a Andrew hablando con una chica rubia que se reía a carcajadas al escucharles.

-¿Como os ha ido la mañana? –preguntó Nath a Ayna cuando llegaron a la puerta del restaurante.

Ayna levantó el pulgar hacia arriba y se apresuró a buscar su bloc de notas en el bolso.

-Genial –escribió –Hemos hecho pruebas de sonido con nuestros instrumentos y hemos podido ensayar un par de temas ¿Vosotros?

-Bien también hemos ido a comprar la comida para estos días y poco más. Janna y Oliver acaban de marcharse –respondió Nathan.

Peter se acercó a Nath y Liz en la puerta del restaurante y presentó a todo el grupo a sus amigos.

-Ellos son Mark –dijo señalando al chico moreno –Lenna –la chica rubia –Gina, Carl, Bran y Edd.

Nath y Liz saludaron a todos y se presentaron ellos también. Entraron juntos en el restaurante y pidieron mesa para once. Tuvieron que juntar tres mesas y robar sillas a las mesas contiguas pero al fin consiguieron poder sentarse todos juntos.

-¿Cómo se llama vuestro grupo? –preguntó Lizzie a Gina mientras esperaban a que les trajeran la comida.

-Nos llamamos “Sin ton ni son” –respondió Bran –como no tocamos ningún instrumento…

-Es un nombre ridículo, os lo he dicho siempre –dijo Lenna –las voces también tienen ton y son.

-Todas menos la tuya –rió Mark.

-¡Mentira! –respondió Lenna –el que desafina aquí siempre eres tú.

Todos re rieron de ellos.

-¿Y vosotros? ¿Cómo os llamáis? –preguntó Ginna.

Ayna, Peter y Andrew se miraron. Nunca habían pensado en el nombre del grupo, bueno, si lo habían hecho pero no se les había ocurrido nada que valiera la pena.

-No tenemos aún –dijo Andrew.

-Tendréis que pensarlo rápido, os lo piden para el concurso –dijo Lenna –nosotros lo estuvimos buscando ayer, toda la tarde para encontrar el nombre…

Ayna llamó la atención de la mesa como pudo, ya que no podía gritar y tendió un papel para que todos pudieran leerlo.

-Se me acaba de ocurrirhabía escrito –que tal “La Voz del Silencio?”

Todos habían quedado callados.

-Es bueno –dijo Andrew –que digo, puede sonar algo cursi pero es fantástico.

-Sencillamente porque es real –dijo Peter –eso no lo tienen todos los grupos.

Ayna continuó escribiendo.

-Había pensado que podría pasar desapercibida mi mudez pero habrá entrevistas y al final de una manera o de otra se sabrá. No sirve de nada ocultarlo y a demás es lo que el mundo quiere, algo nuevo y inimaginable.

-Será una sensación –acabó la frase Nathan.Toda la mesa asintió.

-Es pegadizo –dijo Mark -¡La voz del silencio!

-El nombre encaja perfectamente con ellos –dijo Lenna –no como el nuestro.

Todos se rieron y en ese momento les trajeron la comida. Todos disfrutaron de las fajitas y tacos que habían pedido para comer aunque todos acabaran con la lengua quemada por culpa de las salsas picantes.

Al haber terminado con todo, se dirigieron de nuevo hacia el estudio donde esperaron para atender a sus respectivas pruebas.

La habitación que tenían preparada para la prueba de vestuario estaba llena a más no poder de perchas y estanterías con todo tipo de ropas. María Caldas se presentó como su “ángel del cambio de imagen”. Era alta y de cabellos negros. Vestía muy elegante e iba maquillada excéntricamente. Parecía muy profesional. Aun así les trató muy bien.

-He maquillado y vestido a todo tipo de gente, desde modelos hasta payasos de circo –dijo –podré haceros brillar a vosotros –sonrió –debo saberlo todo. Qué tipo de música tocáis, que os gusta, que os caracteriza, todo. El vestido dice la mitad del todo de una persona.

Al cabo de dos horas de hablar, probarse vestidos y ropa de toda clase, María sonrió satisfecha de su trabajo. Los hizo posar juntos y enmarcó con los dedos al grupo.

-Esto es fantástico –dijo emocionada -¡La voz del silencio va a enamorar!

Ayna llevaba puesto un vestido corto de color blanco y granate adornado con un cinturón ancho de color negro. Peter y Andrew irían iguales, pantalón y camisa negra.

-Y con un toque de maquillaje aquí y allí seréis impresionantes. En dos días tendréis la primera entrevista y luego el primer concierto. Para lo que se ve en televisión me tenéis a mí y puedo aseguraros que estáis perfectos.

María debía tener razón porque en aquel momento Ayna se sentía imponente y capaz de todo.

A Través de la MúsicaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant