Capítulo 26: Un, dos, tres

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Las luces, tanto del público como del escenario, se apagaron. Solo un foco permaneció encendido, apuntando al centro del escenario. Ayna, desde el lateral derecho, miraba fijamente el foco mientras una gota de sudor resbalaba desde las raíces de su pelo, recogido en un moño con la ayuda de miles de horquillas, hasta su nuca y se perdía en el interior del cuello de su blusa. No podía apartar los ojos del haz de luz, aunque sentía sus pupilas escocer por su intensidad. Era un punto fijo, rodeado de la oscuridad más absoluta. En aquel momento le parecía el único objeto real, la única figura que podía distinguir con claridad en la estancia que la rodeaba.

En el centro del escenario apareció Graf Martin y empezó a hablar. El público aplaudió, pero Ayna no podía oír los aplausos, ni la voz del presentador, ni la de sus compañeros que comentaban cosas en voz baja a su lado. Ella solo podía observar el foco. El único movimiento que notaba era el de las partículas de polvo que iluminaba el haz de luz, moviéndose al azar, sin rumbo fijo.

Después de una pausa del presentador empezó a subir gente al escenario, cubriendo el espacio que momentos antes solo ocupaba la luz. Ayna comenzó a recuperar la vista entonces, los oídos, la capacidad motriz de su cuerpo y de su mente. Peter le dio una palmada en la espalda y le hizo una señal para que saliera con ellos al plató junto al resto de grupos finalistas.

Graf los presentó, recibieron sus aplausos. Salieron del escenario para ir a sentarse en las filas reservadas para los grupos concursantes. A Ayna aquel espacio de tiempo se le hizo eterno. Solo podía pensar... en nada, en nada más que en ritmos y letras. La canción que habían estado practicando toda la semana la carcomía por dentro. Su mente estaba nublada por notas y tonos, y voces, su propia voz cantando, una y otra vez.

Serían los primeros en actuar, después de ellos actuaría Sin Ton ni Son y por último M3. Después de lo que le pareció toda una vida, Graf les dio la entrada y entre los aplausos La Voz del Silencio subió al escenario. Los instrumentos ya había sido dispuestos en su respectivo lugar por el equipo técnico. Habían hecho pruebas de sonido aquella mañana. Todo estaba dispuesto. Todo estaba preparado. Solo debían tocar, cantar, llegar hasta el público, entrar por sus oídos y desde allí llegar a sus entrañas, hacerles sentir. Era ese el principal objetivo de la música ¿Verdad?

Ayna se acercó al micrófono que se encontraba en el centro del escenario. Un tajante silencio recorrió la estancia cuando se desvaneció el último aplauso. Y fue entonces cuando su voz rompió aquel silencio. Su voz subió y se coló entre todos los resquicios que podía encontrar en la sala. Y solo entonces, cuando su voz lo había llenado todo, pudo despertar del sueño en el que su mente estaba sumida para bailar al son de la música. El piano empezó a sonar y Ayna, cantó y cantó. Pero ya no se encontraba en el escenario, ni en los Ángeles, no estaba en ningún lugar y a la vez estaba en todas partes. Cantaba des del mundo que ella misma había fabricado y que seguía en construcción, gobernado por tonalidades, timbres y historias capturadas en letras de canciones. Y sonrió, porque se sentía feliz. Porque sabía que la música la había hecho feliz y que eso, no había nadie que se lo quitara.

Peter y Andrew tocaron un último acorde antes de que la voz de Ayna se evaporara finalmente de la sala. Pero no hubo silencio, el público se alzó y aplaudió con ganas mientras los tres músicos saludaban. Graf salió de nuevo al escenario y le dio la mano a cada uno de los tres.

-Felicidades -dijo en apagarse los aplausos -ha sido una actuación magnífica.

-Gracias -respondió Peter.

-Personalmente nunca había escuchado esa canción -dijo mirando al público -¿es vuestra?

-Sí -respondió Andrew -Queríamos tocar algo que no se hubiera escuchado nunca antes. Ayna la escribió antes de venir aquí. Es una canción que dedicó a su madre por su cumpleaños, antes de que empezara a recuperarse de la ceguera.

-Su madre solía decir que mientras pudiera escucharla cantar -dijo Peter, tomando el mando -seguiría siendo la mujer más feliz del mundo.

Ayna sonrió. Su madre no había podido venir a los Ángeles a ver en directo la final del programa pero aquella canción la aproximaba a casa como si nunca se hubiera ido de allí.

-Precioso -dijo Graf -realmente precioso. Gracias de todo corazón por compartir esta canción con nosotros y mucha suerte -finalizó mirando al jurado que se encontraba dispuesto en el centro justo delante del plató.

La Voz del Silencio bajo del escenario para dejar paso a los dos grupos que restaban. Cantó Sin Ton ni Son y cantó M3 y Graf habló y habló entre las actuaciones. Ayna, pero, ya no se encontraba allí. Para ella ya había acabado el concurso y todos los nervios se habían disipado. Su trabajo ya estaba hecho. Peter y Andrew se encontraban bajo un ensueño parecido. Habían descargado todo el peso que aquella actuación había supuesto y sus cuerpos flotaban en una aura de tranquilidad que no podía ser alterada por los acontecimientos que tenían lugar a su alrededor.

En acabarse todas la actuaciones se hizo un descanso de media hora en la que los jueces debatirían los resultados del concurso. Los tres grupos finalistas se trasladaron a una de las salas de ensayo de la planta baja, una de las mas espaciosas del estudio.

-Eh -llamó Gina a Ayna, que estaba sentada con Peter en una de las paredes de la sala. La gente estaba dispersa y Andrew estaba de pie cerca de ellos charlando con Lenna -me ha encantado vuestra canción.

-Gracias -dijo Peter -vosotros también habéis hecho una actuación impresionante.

-Bueno hemos tenido que trabajar muy duro -dijo Gina sentándose con Ayna y Peter -costó mucho reorganizar toda la canción para tapar la falta de Mark, pero creo que al final hemos salido adelante bastante bien.

En aquel momento la puerta de la sala se abrió y por ella apareció Mark, quién durante la actuación había permanecido entre el público. Todos corrieron a saludarle y abrazarle. Mark felicitó a sus compañeros por la gran actuación que habían hecho. Ayna, Peter y Andrew se acercaron también a saludarlo. Se felicitaron por las actuaciones y en menos de lo que se esperaban uno de los técnicos del estudio fue a buscarlos para avisarles que en cinco minutos se retomaba el programa para los resultados de la gala final.

Todos se dirigieron hacia el plató y cuando estuvieron todos sentados se apagaron las luces y se encendieron de nuevo las cámaras.

-Suerte -susurró Andrew a Lenna, que se sentaba a su lado, y a sus compañeros.

-Igualmente -respondieron estos.

Graf apareció en escena, atrayendo la mirada de todos los espectadores, tanto los que se encontraban en el plató como los que seguían la gala des de las televisiones de sus casas. El jurado apareció poco después por uno de los laterales del escenario y fueron a sentarse en sus respectivos sitios. Graf bajó del escenario para ir a recoger a la mesa del jurado el sobre donde estarían escritos los resultados del concurso. El silencio se hizo inquebrantable cuando el presentador subió de nuevo al escenario. Graf abrió el sobre lentamente como si de una tragicomedia se tratara y extrajo una pequeña tarjeta de color azul oscuro.

-En tercer lugar -empezó a hablar -...

Pausa dramática.

-¡La Voz del silencio!

El público aplaudió con ganas mientras los componentes del grupo salían a saludar al escenario.

Cuando se fundieron los aplausos Graf continuó ceremoniosamente.

-Y en primer lugar, como ganador del concurso y con una grandiosa carrera musical por delante...

Segunda pausa dramática.

-¡Sin Ton Ni Son! -dijo con ánimo. Los componentes del grupo se alzaron y se abrazaron eufóricamente antes de subir al escenario corriendo -¡muchísimas felicidades!

M3 salió en último lugar a saludar como grupo finalista en segunda posición. Los tres grupos se felicitaron cordialmente entre ellos y como despedida, el grupo ganador, Sin Ton Ni Son, volvió a actuar para acabar el programa. Ayna disfrutó como nunca de la actuación de sus amigos, más que nunca se sentía orgullosa de poder formar parte de algo tan precioso como era la música y de haber conocido a gente tan maravillosa, tan dedicada y talentosa. 

A Través de la MúsicaWhere stories live. Discover now