Capitulo 20

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POV Anastasia

Su lengua, acaricia la mia y entrelazo las manos en su pelo y tiro de él con fuerza. El corazón me late muy deprisa. Siento la tensión, esa exquisita electricidad estática que invade el espacio...somos lenguas roces y sensaciones.

- Llevame a mi habitación. No mejor en la tuya, Jose esta en la mia- murmuro

- ¡¿Que?!¡¿Duermen juntos- Me suelta bruscamente

- Es mi amigo...ademas es gay- respondo.

- Su agua, señor- maldición, el camarero nos interrumpe.

El deja el vaso con agua encima de la mesa y se va.

- Bebelo- ordena Christian

- No quiero agua, quiero otro cocktail -

- Haz bebido suficiente...bebe el agua.

- Esta bien. "Señor mandón " - sin ganas y molesta empiezo a beber el agua.

- Bebelo por sorbo - Joder, ¿Es necesario que me diga como debo beberme el agua?

- Ahora iremos a mi habitacion- dice Christian poniéndose de pie.

- Eso ya me gusto- me entusiasma la idea que me haga el amor.

- Debes descansar Ana- espeta ¿no me desea? Es eso, no le provoco nada como mujer.

- Iré a mi habitación...no quiero oportunamente-

- ¿Y ahora que te ocurre?- no respondo.

Ambos salimos del bar del hotel, y nos dirigimos hacia el ascensor.

- Ana, dime ¿que te ocurre?-

Trato de seguir caminando. Pero me tambaleo

- Las paredes están girando -

- ¿Que?- Pregunta.

- Idiota- nos metemos en el ascensor

- Anastasia ¿Que es lo que te pasa?- Pregunta con voz dura.

- Nada- respondo alzando la voz

- Mujeres- balbucea.

Lo observo y de repente empiezo a excitarme...joder quiero estar con el. El me sostiene para que yo no me caiga.

- ¿No me deseas?- Suelto, sin pensar

El voltea bruscamente y me mira, pero en ese instante las puertas del ascensor se abren. Y ante que salga Christian , me agarra y sus brazos se deslizan a mi alrededor, y
poniendo una mano en mi nuca inclina mi cabeza hacia atrás, mientras sus labios
buscan los míos. Hundo los dedos en su cabello y le acaricio la mejilla, mientras él me empuja contra la pared.

- Te deseo y mucho.- jadea pegado a mi boca, y su beso tiene pasión y desespero que es un reflejo de lo que yo siento.

El deseo estalla en mi cuerpo. Nos separamos por falta de aire.

- Me encantaría tener sexo contigo, pero no asi-

- Así ¿como?-

- Estas borracha Anastasia, si vamos hacerlo me gustaría que lo sienta, lo disfrute...no quiero tener sexo contigo y que mañana despierte y te arrepientas incluso no lo recuerde- el se inclina y me toma en brazos.

- Pero-

- Esta noche solo vamos a dormir, y ya mañana veremos- dice y empieza caminar.

Se siente tan bien en sus brazos, poco a poco empiezo a relajarme...

Todo está en silencio, con las luces apagadas. Estoy muy cómoda y calentita en esta cama. Abro los ojos, y por un momento estoy tranquila y
serena, disfrutando del entorno, que no conozco. Miro los alrededores. La habitación es grande y está lujosa ¿donde estoy? Trato de recordar.

Poco a poco empiezan a torturarme imágenes fragmentarias de la noche; baje al bar del hotel con Jose para relajarme, y mientras escuchaba las boberías de mi amigo empece a beber, después recuerdo que llego Christian ¡ Christian! Lo ultimo que recuerdo es; besándonos. ¡Joder!
Me muero de vergüenza. No recuerdo cómo he llegado aquí. Llevo puesta una camiseta, el
sujetador y las bragas. Pero mi vestido no. ¿Es que acaso Christian y yo, hicimos el amor? Mierda no lo recuerdo.

Observo a la mesita de noche. Hay un vaso de zumo de naranja y dos
pastillas. Ibuprofeno. Me incorporo en la cama y me tomo las pastillas. Y bebo el zumo, esta delicioso. Mierda me duele la cabeza.

Oigo un golpe en la puerta, y mi corazón da un brinco. Que no sea el, por favor. La puerta se abre y entra Christian...vaya estuvo haciendo ejercicio Lleva unos pantalones de chándal y camiseta de color gris. Esta empapado en sudor, se ve sexy
Respiro profundamente y cierro los ojos. Me siento como una niña de
Cinco años.

- Buenos días, Anastasia. ¿Cómo amaneciste?-

-Mejor de lo que merezco -murmuro.

Entre lazos mis dedos, me siento tímida. Alzo la mirada y lo miro avergonzada.

- ¿Cómo he llegado hasta aquí? - le pregunto en voz baja.

Se sienta a un lado de la cama. El cabrón se ve buenísimo

-Te dormiste en mis brazos, asi que te traje aqui- me contesta sin siquiera inmutarse.

- Entonces ¿Me metiste tú en la cama?-

- Sí -me contesta impasible.

- ¿Me quitaste la ropa? -susurro.

-Sí.-Me mira alzando una ceja y me pongo más roja que un tomate

-¿No habremos...?- no logro terminar la frase. Me miro las manos, deseando que me trague la tierra.

- Anastasia, tu querías...me suplicabas pero la necrofilia no es lo mío. Me gusta que mis mujeres estén conscientes y sean receptivas.

-Lo siento mucho.-
El esboza una sonrisa burlona.

- Fue una noche interesante... tardaré en olvidarla.- Debo estar muy roja de la vergüenza.  - Me iré a dar un baño...después tal vez tu quieras- me tapo la cara con las sabanas, me da vergüenza mirarlo. No puedo creer que le hubiese pedido sexo...debí estar muy ebria.

Cuando me destapo...por suerte el ya no esta, será mejor irme...

Me levanto con cuidado, de no hacer ruido. El esta en el baño, y no quiero que se de cuenta que me estoy escapando.

Saco la camiseta, y rápidamente me pongo mi vestido. Cojo mis zapatos, y sin hacer el menor ruido salgo de la habitación. Parezco un ladrón. Pero de salir de esta habitación, no quiero seguir avergonzandome  por lo que hice y no hice anoche.

Más  que mi protectorحيث تعيش القصص. اكتشف الآن