Albus Severus Potter, eres un idiota ||HC

Extra 2

  — ¡Lily Luna Potter!

  — ¿Sí querida cuñada?

  — ¿Y las pastillas del buró?

  — ¿Qué pastillas? — la cara de inocencia total de la pelirroja la enfureció aún más.

  — Las que estaban en el buró de la habitación de Albus ¿dónde están?

  La pequeña frunció el entrecejo haciéndose la desentendida, su cuñada estaba al borde de la desesperación y ella sabia exactamente por qué.

  — Olvídalo, iré a Hogsmade en media hora, avísale a Ginny por favor — la de cabello azabache se dio la vuelta entrando de nuevo a la habitación que compartía con su novio y al baño de esta habitación. 

  Lily miró hacia la puerta cerrada y salió corriendo a buscar a su madre. Le contó lo que planeaba y la pelirroja mayor sonrió maliciosa. ¡Oh Merlin! Esto se pondría bueno.

  Era ya pasado el medio día cuando, estando todos en la mesa, Ginny Potter se levantó de la mesa escusandose de ir a revisar algo en su habitación. Se vio a Bella mirarla fijamente mientras subía las escaleras y tensarse un poco. Luego se relajó y siguió comiendo. No le daba buena espina eso.

  Lily Potter, la hija menor de Harry y Ginny Potter, estaba desesperada por tener sobrinos. Y ya que no podía dárselos por parte de su hermano James, lo único que le quedaba era de su amiga Bella, y no iba a desaprovechar las oportunidades que tenga. Su madre, Ginerva Potter, estaba igual de desesperada por nietos, y se había aliado con su hija para conseguirlos a cualquier costa.

¡Misión Albell!

(Buró: Mesa auxiliar que se coloca al lado de la cabecera de una cama, o como un escritorio pequeño.)