One Shots de S.J #1

♡Fan♡

Tú eras una gran fan de Stephen James y por eso tus padres de cumpleaños te dieron un viaje a Londres, Inglaterra para que conocieras a Stephen y de paso conozcas la ciudad. Tú sabías defenderte en el inglés.
Estabas en el lugar donde Stephen, iba a estar firmando autógrafos.

— Siguiente!- Gritó el chico que estaba a su lado. Tú pasaste ya que era tu turno.

— Hola, nena.- Te saludó Stephen con una sonrisa.

— Hola, Stephen.- Dijiste tímida y sin poder terminar de creerte que Stephen, estuviera cerca tuyo. Tú le pasaste la revista en donde él era la portada para que te la autógrafiara.

— ¿Cómo te llamas, preciosa?- Preguntó Stephen y tú le dijiste tú nombre.

— Lindo nombre.
  
— Gracias.

— De nada, linda, ahora, vamos a tomarnos la foto.

— Esta bien.

Stephen, paso su brazo por tu cintura y tu por la de él y así se tomaron la foto.

— Adiós Stephen, gracias.

— Gracias a ti linda por venir.

Y así se despidieron. Pasó una hora y tú estas afuera aún esperando al auto del hotel encargado de recogerte. Sentiste que alguien te estaba mirando y cuando diste con la mirada, viste que era Stephen, quien se encontraba hablando con un chico, pero al parecer no le estaba prestando atención. Al parecer Stephen se disculpó con el chico, ya que se dirigió hacia ti.

— Hey ¿Por qué no te has ido aún si el evento terminó hace una hora?- Preguntó Stephen con el ceño fruncido.

— Es que el auto del hotel no ha venido a recogerme aún.

— Oh. Si quieres yo puedo llevarte.

— No, gracias. No es necesario que se tome esa molestia, seguro ya vienen llegando.

— Se han demorado una hora, es mejor que vengas conmigo. Esto por acá está muy sólo y te puede pasar algo.

— Esta bien, gracias. Que pena con usted.

— No te preocupes y tuteame.

— Esta bien.

Ambos se montaron al auto de Stephen y en el camino fueron hablando cosas tribales.

— ¿Cuantos días vas a estar acá?- Preguntó Stephen.

— Estaré una semana.

— Mmm. Hemos llegado.- Ambos se bajaron del auto.

— Gracias Stephen, fue un placer conocerte.
   
— De nada, nena. Igualmente.

— Adiós.- Dijiste tú.

— Espera ¿ Me darías tu número?

— Cl-aro, es...- Se lo dictaste y estabas muy sorprendida.

— Gracias, te escribiré más tarde. Adiós.- Se despidió con un beso cerca de tus labios.

Tú te quedaste petrificada al ver tal acción de Stephen, jamás en tu vida llegaste a pensar que algo así fuera a pasar. Pero como dicen por ahí, "Lo que uno menos piensa que va a pasar, termina pasando".

•••

Estabas en tu habitación de hotel cenando y viendo una película. Ya había pasado cuatro horas desde lo sucedido y aún no podías creerlo y esperabas con ansias que Stephen te escribiera.