One Shots de S.J #1

♡Te "odio"♡

— Estamos perdidos.- Dice Stephen poniendo ambas manos en su cabeza.- Tu hermano me matará.

— Si que lo hará.- Dices mal humorada. Stephen te mira y esboza una sonrisa traviesa.

— Mirale el lado bueno, podemos hacer muchas cosas mientras vienen por nosotros.- Dice con una mirada pícara.

— Eres un maldito pervertido ¡Te odio!- Dices con las mejillas rojas y le tiras el vaso que tenías en las manos, pero él lo esquiva.— Por eso es que me caes mal.- Dices mirándolo. Stephen suelta una carcajada y después te observa con una sonrisa.

— Sabes que debajo de ese "odio", hay amor por mi.- Dice y corres tras él para pegarle, mientras él ríe y huye de ti.

Primero te cansas de correr antes de poder pegarle, así que te resignas y te detiene cruzada de brazos.

— Deberías de llamar a una maldita grúa.- Dices mirándolo.

— Tengo el teléfono descargado.- Dice con una mueca.

— Ahora si te pego.- Dices dispuesta a correr de nuevo tras él, pero ven que un auto viene.

Te haces en la carretera para hacer señas para que pare, pero el auto no lo hace y sigue de largo.

— Maldito.- Dice Stephen mirándo el auto irse.

— ¿Qué vamos a hacer, gorila?- Preguntas frustrada y molesta.

— No sé, duende.- Dice pasando por tu lado.

— ¡No me digas así!- Dices molesta.

— Entonces no me digas gorila.- Dice desabrochando su Jean.

— ¿Qué vas hacer?- Preguntas extrañada.

— Voy a orinar ¿Será que me dejas?- Dijo sacando su masculinidad de sus jeans.

Haces una mueca de asco y te das la vuelta.

Ya había era de noche y aún no habían podido contactarse con nadie. La carretera estaba oscura y desolada, hace demasiado frío y estas al borde de la desesperación.

— ¿Qué haces?- Preguntas cuando ves que se está pasando a los asientos traseros.

— Ven.- Dice cuando está sentado.— Ven, confía en mi así sea por una vez en la vida.- Dice.

Tratando de que no se te caiga la pequeña manta, pasas al asiento trasero.

— Abrazados es la única forma de que se te quite el frío.- Dice abriendo sus brazos y con desconfianza entras en ellos.— Eres muy Friolenta ¿Cómo no te va a calentar la calefacción?- Dice y molesta tratas de alejarte, pero no te deja.— Ya, ya, me callo.- Dice riendo.

— Ni por una vez puedes dejar de ser tan pesado.- Dices rodando los ojos.

Se quedan callados algunos minutos y después Stephen empieza a ponerte conversación.

— Tú me caes bien.- Dice después de unos minutos en silencio.

Te quedas unos segundos en silencio y después hablas.

— A mi aveces me caes bien.- Dices.— Eres muy pesado con tus bromas.- Dices y Stephen suelta una pequeña risa.

— No ves que lo hago por llamar tu atención.- Dice serio.

Alzas la cabeza de su pecho y lo observas con el ceño fruncido.

— Siempre me has gustado, desde que éramos pequeños.- Dijo y con si dedo índice deshizo la leve arruga en tu frente.

— A mi también, sólo que siempre eras muy canson y me quitabas mis juguetes.- Dices y Stephen suelta una risa.

— Porque estaba celoso de tus juguetes; por ellos no me prestabas atención.- Dice mirándote.

Se quedan mirándose en silencio por varios segundos y después van acercando sus bocas, hasta que sus labios chocan y se funden en un beso.

Al día siguiente los despierta el sheriff del condado y los ayuda llamando a una grúa y también a sus familias preocupadas.

Cuando les explican lo que pasó a sus familias, hablan de sus sentimientos y dejan el "odio" atrás y se vuelven novios.

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¡Hola, bellezas! Sé que está corto pero este lo tenía destinado así.

Espero que les guste.

Chau, babes!