Capítulo 37

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ES MUY IMPORTANTE QUE LEÁIS ABSOLUTAMENTE TODO EL CAPÍTULO PARA DISFRUTARLO POR COMPLETO, NO OS SALTÉIS LETRAS EN CURSIVA O NEGRITA. AVISADOS QUEDÁIS, JEJEJE. 


2/10


*



Sarah's POV


¡Hoy es mi cumpleaños, yey!

Seguro va a venir papá a visitarme con los abuelos, y mamá por un día me prestará atención, nunca pasa, pero podría pasar... ¿No?

Me levanté de la cama con una sonrisa inmensa en la cara, estaba impaciente por cómo se presentaría el día, y entonces, hice mi rutina. Revisé la colocación de todos los objetos de mi habitación, con detenimiento, limpiando absolutamente todo el polvo que había. Me aseguré de que las ventanas estuviesen bien cerradas y después de todo eso, me tomé una ducha de más de treinta minutos, así quedaré más limpia que nada.

Al mirarme al espejo sonreí, hoy iba a ser un gran día, ¡sí, sí, sí! Después de vestirme con todo en orden, bajé dando saltitos por la escalera, con una amplia sonrisa en los labios otra vez, ¡seguro que mamá habría comprado un pastel por mi cumpleaños! En cuanto llegué a la cocina me topé con una nota amarilla en el frigorífico blanco impoluto.

"He tenido que marcharme antes a trabajar. –Mamá."

Mi frente se frunció, hasta volteé la hoja y nada, no había ninguna felicitación, eso hizo que me entristeciera un poco... Quizá... Quizá solo quiere darme una sorpresa... ¿no?

Después de desayunar, subí las escaleras, iba a hacer otra parte de mi rutina, cogí los prismáticos y me dirigí a la ventana, quería ver si Camila había llegado de México... Y no, todo estaba igual que antes, hasta aquel peluche encima de su cama. Tampoco tendría una felicitación de ella...

Más tarde mi teléfono móvil sonó, alertándome de una llamada que descolgué sin mirar quién era, una sonrisa se me dibujó en el rostro.

─¡Papi!─ Dije con entusiasmo en mi voz.

─Oh... Hola, Sarah, te llamo de psiquiatría... Del Hospital General. El doctor Martínez quería hacerte una revisión el miércoles a las cuatro de la tarde, ¿está bien?

─Mh... sí... supongo...─ Todo mi entusiasmo se fue al garete al escuchar efectivamente que no era la voz de papá.

─Nos vemos entonces el miércoles, ¡ten un buen día!

Y directamente colgué, no quería saber sobre nadie. Miré la pantalla de mi teléfono, solo había una notificación del Candy Crush, nada, ningún mensaje de nadie.

Pasó el día y ni siquiera comí, ni siquiera cené, solo me metí en la cama, escuchando bajo las cobijas cómo mamá había traído a su nuevo novio a casas y gemían ambos, creyendo que yo me encontraba en sueños ya.

Una lágrima cayó tristemente por mi mejilla, incluso me acurruqué más en las cobijas. En un momento, mi teléfono móvil vibró, y no con mucho ánimo, lo levanté para ver reflejado en la pantalla un mensaje de... ¡Camila!


Cami: ¡FELIZ CUMPLEAÑOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSS! Lo siento, no pude hablarte antes, estaba realmente ocupada volviendo a casa y hasta ahora no he tenido tiempo para mandarte un mensaje, sé que me lo dijiste la semana pasada, ¡soy un desastre! Espero que te hayan regalado muchas cosas. XO.

Aurora; CamrenWhere stories live. Discover now