Capítulo 6

1.1K 95 7
                                    

Capítulo 6

Derek's POV

Mi estadía esta semana en New York ha sido completamente agotadora. Desde que llegué al hotel, mis pies solo se han dedicado a buscar trabajo y una universidad donde estudiar.

Sí, quería estudiar.

Conocía la nada misma de New York, pero Ryan sabiendo que soy un completo desconocido, me ha ayudado bastante. Gracias a él, pude conseguir trabajo en una conocida cafetería llamada "Tee & coffe" dos días después de acomodarme completamente en el hotel.

Ryan, me contó que había vivido en Londres y luego -por motivos de los cuáles no especificó-, se fue. Según él, dice haber llegado a ciegas a New York, y que nunca había estado en un pais desconocido y sólo, aunque, dice que gracias a esas apresuradas desiciones, ha aprendido bastante de la vida. Sí, el chico es muy maduro para sus cosas, aunque no negaré que de vez en cuando se le sueltan los tornillos.

Y como hoy es mi segundo día de trabajo, no hacia falta decir que me encontraba preparándome para ir a ello. Quería poner de toda mi disponibilidad hasta que acabasen las vacaciones. Por el momento, mi único objetivo era; juntar dinero y comprarme un móvil para comunicarme con mi pequeño hermano.

Me miré en el espejo, y asentí conforme con lo que veía. Ya no tenía esas horribles ojeras bajo mis ojos porque al tener la cabeza ocupada en otras cosas, no me he puesto a pensar en idioteces y sinceramente, tampoco quiero hacerlo ahora

Me irritaba ese tema.

Tomé las llaves del coche que rente y salí de la habitación del hotel para dirigirme rápidamente al ascensor. Si todo salía bien, aquella chatarra andante, sería mío al segundo pago, pero siendo sincero, si no me apresuro lo suficiente, lo más seguro es que no tenga más trabajo. Sí, me había retrasado.

Estoy jodido, lo sé.

Mientras manejaba hasta donde se encontraba mi famoso trabajo, comencé a juguetear con mis dedos sobre el volante mientras buscaba una excusa creíble para decirle a mi jefa.

Mi jefa era una chica bastante guapa, aunque un poco extraña, bueno que "extraña" no era la palabra exacta para describirla.

No diré que es una chiquilla de 19 años y tal, porque sería muy cliché y tampoco es que sea cierto. Ella tiene aproximadamente unos... ¿29 años? Si es que no más. Y aunque quisiera saberlo, tampoco le preguntaría. Se gasta un carácter que me jode y como es mi jefa, debo aguantarla hasta que tenga un trabajo mejor.

Pensé en todas las excusas posibles, pero ninguna que ella pudiese creer porque... ¿Decirle que me quedé dormido? Seguramente, solo al escuchar el "me quedé" me despediría. Y si le digo que había mucho tránsito tampoco sería creíble, teniendo en cuenta que vivo cerca de la cafetería.

Estacioné mi coche cerca del lugar, y bajé lo más rápido que pude para luego acomodar el feo uniforme que me habían pasado el día que firmé el contrato. Cuando lo firmé, sentía que le estaba vendiendo mi alma al diablo.

Mi jefa para ser joven, daba miedo.

Entré por la puerta trasera intentando no hacer ruido y firme el papel de asistencia que se encontraba pegado en la puerta. Solté un suspiro y sin perder más tiempo, me giré para empezar con lo que debía hacer.

¿Donde mierda dejé mi suerte? ¿En Londres? ¿O en la cama esta mañana?

—Vaya, vaya, Collins. Segundo día y retrasado. Bueno, digamos atrasado porque retrasado, al parecer lo has sido siempre —Se burló nada más ni nada menos, que mi jefa.

—Eh... Si, lo siento Edith. Me... —Cerré los ojos con fuerza en cuanto me interrumpió alzando su mano para callarme.

—Primero, no me vuelvas a decir Edith, porque, si bien es mi nombre, no te he dado la confianza para que me hables así. Soy tu jefa y por lo tanto, merezco respeto. —Espetó molesta— Segundo, espero que no me vayas a decir "Me quedé dormido" porque no dudaré ni un segundo en despedirte. —Avisó de inmediato— Y tercero, esta vez aguantaré tus estúpidas excusas porque este lugar no se limpiará solo hoy, y sin más has lo que debes hacer, Collins —Gruñó enojada para luego retirarse cerrando la puerta de golpe.

¿Ahora saben porque la llame "extraña"? Primero, se burla de mi y luego me exige respeto. ¡Esta loca! Es rara. No, mejor dicho, es bipolar.

Comencé a limpiar con la cabeza gacha mientras intentaba concentrarme en otra cosa que no fuese en el maldito llamado de atención que me hizo mi jefa y me dediqué a imaginarme mi vida en una película mientras que la letras de "Don't ~ Ed Sheeran" venían a mi cabeza y la tarareé mientras hacia bailes extraños.

Vaya, me sentía como el conserje de "High School Music".

Dejé de bailar y miré brevemente hacia la puerta por donde había salido mi jefa. No quería que ninguno de mis compañeros, ni Edith, me vieran bailar. Seguramente mis compañeros se reirían, pero Edith, me despediría por hacer escándalos en horas de trabajo.

Estuve bastante tiempo dentro del pequeño cuarto hasta que fue el turno de la cocina, saludé a mis compañeros con un leve asentimiento y seguí con lo mío mientras escuchaba a mis compañeros contar chistes aburridos y sin ningún sentidos. Idiotas.

—¿Que hará batman con batichica en la baticueva? —Preguntó un cumpañero -Que si no me equívoco es Miguel-, luego de unas cuantas carcajadas que habían soltado gracias al horrendo chiste anterior.

—¿Que? —Preguntó el chico de su izquierda mirándolo atentamente como si estuviese esperando el mejor chiste del mundo.

—Batirarsela—Soltó riendo logrando que los demás también lo hicieran. Rodee los ojos, ¡El chiste ni siquiera era así!

Patético. Realmente patético.

—Y luego me dicen a mi que no hago nada —Murmuré soltando un suspiro.

José -el único chico que cruza un par de palabras conmigo- me miró y se acercó sonriendo para luego chocar puños conmigo.

—¿Que tal? Me enteré que llegaste atrasado hoy, ¿Te despidió la bruja? —Preguntó burlón mirando brevemente a los tontos que seguían riendo de estupideces. Me encogí de hombros.

—Solo... Me llamó la atención —Rasque mi barbilla —Pero... Creo que mañana intentaré llegar mucho más temprano para evitar conflictos con la jefa —Murmuré haciendo una mueca.

—Si, eso parece buena idea. Aunque, podrías decirle que te deje atender público, ya que soy el único que lo hace y como verás... —Apuntó a los idiotas—Ellos no hacen nada. Simplemente se ríen toda las horas de trabajo y yo me rompo las bolas haciendo el trabajo por ellos —Gruñó enfadado. Suspire.

No debe ser muy fácil atender más de quince mesas solo teniendo quién lo ayudase. Típico de los cabrones.

—Deberías quejarte con la jefa no conmigo José —Dije rodando los ojos. Asintió convencido.

—Iré ahora mismo —Dijo decidido y sin más, caminó hasta la oficina de Edith.

Suerte, José. Suerte.

Dark Past (Libro 3) [En Proceso]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora