Capítulo 23 "Vendaval"

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La campeona Ivonne se había caracterizado siempre por poseer una belleza única y salvaje. Su fuerte carácter y la garra mostrada en cada combate la hicieron justa merecedora de las ocho medallas de gimnasio y luego del título como Campeona de Kalos. Después de eso, los contratos publicitarios y televisivos le llovieron a cántaros. Resulta que además de ser excelente en las batallas también lo era actuando. Fue por eso que cuando se estrenó su primera película, los halagos y pretendientes no se hicieron esperar. Ivonne era un diamante que se estaba puliendo con calma...hasta el día que desapareció. Los meses de búsqueda terminaron al igual que las esperanzas de quienes aún pensaban que estaba viva.

―Después de que se le declaró oficialmente muerta, fue Kalm quien tomó su lugar como campeón ―dijo Clemont tan pensativo como sus demás amigos―. Ellos eran muy buenos amigos. Podría decirse que los mejores.

― ¿No me digan que fue Kalm...? ―. Bonnie silenció sus labios ante esa posibilidad

Aquello estaba fuera de su alcance. Si aquellas palabras resultaban ser ciertas, a quien se estaban enfrentando entonces era a un homicida potencialmente peligroso. El hambre y la sed cesaron. Las ganas de reír o pensar en otra cosa ya pasaban a segundo plano. Clemont y Gary abandonaron el computador. Cilan tomó su lugar y comenzó a leer cuidadosamente cada papel. Algo en su interior le decía que sus amigos habían olvidado algo importante. Mientras tanto, Mairin y Mallow ilustraron de todo a Alain y a Ash. Este último sintió pánico al escuchar tan crudas palabras. Serena, su Serena estaba en peligro.

―En realidad todos los que están en esa casa corren peligro ―dijo Mallow un tanto apesadumbrada.

―Todos nosotros estamos corriendo peligro ―habló Mairin―. Hay que asegurar este lugar, porque en el momento en que ese loco se entere de que éramos nosotros nos cortará en pedacitos.

―Eso quiere decir que no nos queda mucho tiempo para actuar ―dijo Ash―. Tengo que decirle la verdad a Serena de una buena vez.

― ¡Chicos! ―gritó de pronto, Cilan.

El grito atrajo a todo el mundo. Cada uno se fue colocando junto al peliverde y el computador.

―Sabía que ese tal Kalm no podía ser muy inteligente para formar todo esto. Lean muy bien aquí ―dijo apuntando una parte de una de las cartas con sus dedos.

Los ojos de todos se fueron abriendo desmesuradamente. Algunas sonrisas y muecas de confusión fueron apareciendo mientras seguían con la lectura silenciosa. Cilan siempre se había caracterizado por resolver misterios y encontrar fallas en uno que otro contrato y esta no fue la excepción.

― ¡Eres brillante, Cilan! ―dijo Clemont como quien admira un invento tecnológico.

―Después de todo es un gran erudito ¿No? ―dijo Brock, sonriendo.

― ¿Alguien me podría explicar qué es lo que pasa aquí? ―dijo Ash, quien no había sido capaz de comprender las siete páginas de lectura.

Todos sufrieron una caída estilo anime. Ash no dejaba de ser un idiota, ni siquiera en tiempo difíciles.

―Lo que pasa, mi querido Ash, es que Kalm está encubriendo a alguien más ―dijo Cilan, sintiéndose orgulloso de sus palabras.

― ¿Encubriendo? Pero, ¿A quién?

―Eso todavía no lo sé, pero según esto, su campeonato, la desaparición de la campeona Ivonne y los miles de tratos que tiene con inversionistas, contratistas y gente influyente son parte de algo más grande. Ese chico está planeando algo monumental, pero no para su beneficio, sino que para alguien más.

De nuevo tú [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now