Capítulo 27 "Wind of change"

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Había pasado un día. Ash llevaba a Serena de la mano con rumbo fijo hacia un lugar en específico. El azabache quería recuperar por completo las sonrisas de la peli miel, y por supuesto que también su perdón. Habían avanzado bastante, incluso parecía ser que estaban a punto de retomar aquella relación olvidada hace años, pero no. Serena no tenía una memoria frágil y mucho menos su corazón. Por esa razón, el chico se prometió interiormente que haría hasta lo imposible con tal de obtener aquel perdón tan deseado. Ash se detuvo abruptamente y Serena se sorprendió cuando se vio al frente del laboratorio del profesor Sycamore.

― ¿Qué hacemos aquí? ―preguntó la chica.

―Hay algo que necesito enseñarte ―dijo Ash, mientras se rascaba la nariz con cierta gracia―. Vamos.

Ambos entraron en el lugar sin soltarse de las manos. La joven estaba visiblemente nerviosa. Si bien ya había estado allí el día anterior, no había tenido la oportunidad de compartir con todos los que se encontraban allí, mucho menos con sus amigas, aquellas que seguían acompañándola a pesar de todo. La pareja se hizo paso entre un gran portal que daba justo al jardín donde se encontraban todos. Los Pokémon jugaban al igual que sus entrenadores, con una entretenida partida de Black Jack. La primera en darse cuenta de la presencia de ambos fue Mairin. La chica pelirroja se puso de pie y con los ojos inundados en lágrimas intentó pronunciar el nombre de su amiga sin éxito. La emoción estaba ganando aquella partida que ella misma creía perdida desde el momento que Serena apareció. Sin tardar más tiempo, a grandes zancadas llegó donde ella.

―Serena ―susurró la chica mientras sus mejillas se convertían en verdaderos ríos de incesantes lágrimas―. ¡Por fin estás aquí!

Y saltó a sus brazos. La peli miel, por acto reflejo, también la abrazó y sintió, por primera vez en mucho tiempo, aquel calor fraternal que creía olvidado. Aquel calor que solo una buena amiga puede dar, aquel calor que ni siquiera en los brazos de Korrina pudo sentir, y eso que la rubia se decía llamar su "hermana del alma". Apartó rápidamente esa idea de sus pensamientos para dejarse llevar por el momento y disfrutarlo de la mejor forma posible. Por fin se sentía en casa y con la gente que tanto amaba.

―Ya regresé, Mairin, ya regresé ―dijo Serena, quien estaba siendo presa de las lágrimas.

Los demás que estaban a su alrededor dejaron la partida de Black Jack inconclusa y corrieron donde las jóvenes para hacer de aquel abrazo grupal el más hermoso y cálido que Ash recordara. Este, por su parte, se mantuvo al margen de aquello. Se dedicó a mirar a las jóvenes que ahora luchaban por respirar ante aquel abrazo tan apretado. Aquello le produjo risas.

―Mairin está llorando de alegría junto a esa amiga que creía perdida y es gracias a ti. Gracias, Ash ―dijo Alain, junto al azabache, siendo espectador de la caída al piso del abrazo grupal. No evitó reír ante aquello.

―No es por ser cursi, pero esto lo produjo este amor tan infinito que siento por ella.

―Que se supiera la verdad sobre el engaño de Kalm fue lo mejor que pudo pasar, ya que Serena por fin se quitó la venda de los ojos y cancelara el matrimonio. Lástima que el único lastimado fuera Clemont. A propósito de él, has sabido cómo está ―preguntó con esperanza.

―No ―respondió Ash―. No me quiere ver más, porque lo traicioné al no contarle el engaño desde el inicio y ¿Sabes? Hasta creo que tiene razón. Soy la peor basura del mundo por fijar mi vista en mi felicidad cuando estaba atentando contra la de él.

―No seas así contigo. Nadie sabía qué tan mal se lo iba a tomar. Esperemos que él, de alguna forma, lo entienda y pueda hablar contigo, con todos nosotros. Algún día lo entenderá.

De nuevo tú [EN EDICIÓN]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz