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Tres días después Camila fue dada de alta. Le quitarían los puntos de la mejilla en unos días, y la férula en un par de semanas. El yeso de su brazo era lo que verdaderamente le molestaba, porque… bueno… a
Camila Cabello no le gustaba ser pasiva.

Las enfermeras la habían ayudado a colocarse unos pantalones deportivos lo suficientemente cómodos como
para que no molestaran la férula en su pie derecho, así como también un suéter que pertenecía a su novia y una única converse en su pie bueno. No era su mejor conjunto de ropa, pero algo es algo. Ahora estaba intentando caminar con la única muleta que podía cargar con su brazo derecho, casi cayéndose cada
dos segundos, la joven enfermera a su lado siempre estando allí para atraparla.

Fue en su décima tercera casi caída cuándo la puerta de su habitación se abrió, dejando ver los rostros de sus
sonrientes padres… y de su no tan sonriente novia.

Camila: ¡Lern Jergi! -Exclamo al verla, intentando que una sonrisa se dibujara en su hermoso rostro, la enfermera sosteniéndola nuevamente cuándo perdió el agarre de la
muleta.

Lauren ni siquiera sonrió. Estaba mirando fijamente el agarre de la enfermera en su brazo. ¿Estaba celosa?Su novia se acerco rápidamente a ella y la rodeo con sus
brazos posesivamente, aunque también con delicadeza debido a sus maltratadas costillas. Camila sintió de
inmediato como la mano de la enfermera era arrancada
de su brazo bruscamente.

Sí, estaba celosa.

Sinuhe: Lamentamos interrumpir, pero… nosotros también estamos acá.

Camila: Lo siento -Susurro sonrojada, alejándose ligeramente de los brazos de la chica de la ventana. “¿Por
qué te sonrojas, Cabello? ¡Ni siquiera la besaste! ¡No es como si tu madre las hubiese viste haciendo el amor!”-
¿Hola? Su padre simplemente rió.

Alejandro: ¿Lista para irte?… Ya firmamos los papeles y todo eso, así que eres oficialmente libre.

Sorpresivamente, no fue Camila quien respondió.

Lauren: ¡Vámonos! -Dijo de inmediato, sonriendo por
primera vez desde que había entrado-. No me gusta este lugar -Susurro al oído de Camila-. Y tampoco tu enfermera…

…………
Al llegar a casa Alejandro llevo a Camila en brazos hacía su habitación, donde la recosto sutilmente sobre la cama y deposito un dulce beso en su frente. Camila suspiro.

Era bueno estar sobre una cama cómoda de nuevo.

Sinuhe: Tu padre y yo te dejaremos descansar hasta que la familia Jauregui llegue…
Camila: ¿La familia Jauregui? -Pregunto confundida.

Alejandro: Oh, si, habíamos olvidado decírtelo. Ellos vendrán a cenar esta noche… Y, sin decir nada más, se fueron, dejándola sola con
Lauren, que había estado escondida tras los padres de la chica silenciosamente.

Camila: ¿Tu madre también vendrá? -Quiso saber.

Mientras estaba en el hospital la familia Jauregui había ido a visitarla, incluyendo a la señora Jauregui, pero esta solo se había limitado a mirarla fijamente en silencio durante los pocos minutos en los que ellos habían estado allí. Lauren simplemente asintió

Camila: ¡Excelente! Camila la pasiva tendrá una pelea con su suegra esta noche.

Lauren: ¿Por qué lo dices? -Pregunto con el entrecejo fruncido, completamente confundida, acercándose a la cama de Camila y dibujando divertidos patrones en la
planta de su pie izquierdo.

Camila: Tu madre quiere pelear conmigo, es obvio. Sino fuese así no se acercaría.

Lauren: Ella no quiere pelear contigo, Camz -Susurro dulcemente, mirándola a los ojos unos segundos.

La Chica de la VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora