Somos familia

Desagradable

Sonrió ante los aplausos que recibía, levemente se inclino para poder recibir la medalla.

Su pecho se infló de orgullo, nuevamente había ganado el oro, aunque no podía considerarlo como competencia ahora que JJ y Otabek no estaban, aun así se había esforzado al máximo.

A lo lejos vio como Yakov le sonreía,  interiormente deseo que sus padres y Otabek también lo estuvieran viendo.

-¡¿cómo que no podemos irnos hoy?!-

-aparentemente hay una tormenta por el camino, así que prefirieron cancelar los vuelos para Rusia-

-¡eso no me importa! ¿que no pueden rodearlo o algo así?-

-¿y yo que sé?, solo eso me dijeron,  así que nos tendremos que quedar, puedes aprovechar para hacer turismo-

Gruñó viendo a su entrenador, quería ir se, no sólo por mero capricho, si no porque su celo se acercaba y no encontraba los inhibidores que según el había guardado.

Sospechaba que se habían salido cuando Sora desordeno su maleta, pero no estaba seguro.

Se quedo en silencio, intentado no gritarle a Yakov.

-no es como si ya fuera a ocurrir- pensó intentando darse valor- deberían faltar tres días aún- suspiro dándole la espalda a su entrenador, caminando rumbo a la salida

Tenía que encontrar una farmacia, no se podía confiar, su celo siempre sola llegar en los momentos menos adecuados.

Estaba perdido.

Inhalo profundamente intentado tranquilizarse.

Las personas en ese lugar no parecía saber otro idioma que el de su país natal,  así que cuando encontró a alguien que al menos le había entendido un poco se alegro.