4

65 7 1
                                    

CAPÍTULO 4 

Livin' La Vida Loca.

Abrí mis ojos y sentí un constante murmullo en mi cabeza. Apenas podía ponerme en pie.

Me dolía absolutamente todo. Mientras intentaba despertarme, oí como llamaban a la puerta de mi habitación.

—¡Pasa Aiden, no es necesario que llames, tonto!— abrí los ojos cuando vi que era Drew, y lo eché rápidamente ya que había dormido sin pantalones.— ¿Se puede saber qué haces aquí, Dirksen?

—Aiden me trajo, como mis padres me hubiesen visto borracho Dios sabe lo que hubiera pasado... Por cierto, sal, tu hermano está en una posición magnífica la cual querrías ver.

Cogí unos pantalones de chandal y salí de la habitación para ver a Drew dándose golpes contra la pared del pasillo.— ¿Tanto te duele la cabeza?

Asintió varias veces y no pude aguantarme soltar una pequeña carcajada, caminé por el pasillo arrastrando mis zapatillas de conejitos para encontrarme a Aiden haciendo el pino en medio del salón.— Mira Zazu, esta es la mejor posición para combatir a la resac...

Y justo en ese momento cayó hacia delante, y se escuchó en el pasillo unas risas y un "te debo cinco dólares". Rodé los ojos al ver al rey de las apuestas en acción y puse una mano en mi cara para ocultar la vergüenza de tener un hermano tan tonto. Me dirigí a la cocina a por un bol de cereales para después gritarles algo.— Oye Aiden y Drew, ¿conocéis a alguien que se llame Levi?, tengo que devolverle algo.

—Soy Levi.

No me esperaba que fuese tan amable conmigo.— Y-yo soy Lo-louise...

Quise darme un manotazo en la cara por tartamudear en una situación así, él estaba comportándose verdaderamente bien conmigo y yo solo no paraba de pifiarla.

—Bueno, Lolouise, te dejo que escuches a nuestra banda favorita—arqueé una ceja al oír "nuestra"— ¡Por favor! Nadie se puede resistir a la voz del señor Matthew Healy.

Reímos juntos y seguimos bromeando durante un rato sobre la que era nuestra banda favorita. Su teléfono empezó a sonar, me dio una sonrisa, y por un momento, me olvidé de la mierda de noche que había pasado.

Ambos entraron en mi cocina mirándome extrañados.— Pues, por favor, sé más cuidadosa que él al devolverle lo que le tengas que devolver— mi hermano miró hacia mi cuello y negó con la cabeza mientras rodaba los ojos.— Por fin empiezas a vivir la vida loca...

Drew empezó a tararear Livin' La Vida Loca y mi hermano chocó su puño con él. Yo apreté los míos. ¿No podría haberme pasado como a la típica borracha que olvidaba todo lo que había pasado? No, yo recordaba cada asqueroso segundo de aquella situación. Me estremecí al mencionarlo, y decidí que no iba a contárselo para ahorrar una gran discusión— Lo que sea, ¿sabéis quién es?

Mi hermano murmuró que le encantaría conocer a su cuñado a lo que yo rodé los ojos mientras Drew estaba como pensativo.— Drew ¿tú conoces a alguien?

Se sobresaltó y negó rápidamente para después irse con la excusa de que tenía que hacer una llamada muy importante. E aquí de nuevo mis sospechas, el rubio aparentaba ser muy simpático, y de hecho lo era cuando quería, pero seguía ocultándonos algo, y no pienso dejar que nos haga daño ni a mí ni a mi hermano.

—Entonces... ¿Te encuentras bien de la resaca, Lou?—preguntó preocupado Aiden— Porque tu bebiste más que Drew y yo juntos...

—¿Señorita? ¿Señorita se encuentra bien?—abrí mis ojos y vi como el conductor del autobús me sacudía. Me quité los auriculares y el hombre me miró con el ceño fruncido.— Se encuentra en la última parada y siento decirle que no la llevaré de vuelta como un taxi.

Bufé, para después levantarme, enrollar los auriculares y meterlos junto a mi móvil en el bolsillo izquierdo de mi pantalón.— Bueno, pues yo siento decirle, que esta parada esta a la perfecta distancia de mi casa, gracias.

Mientras bajé del bus escuché como empezó a murmurar cosas como: "¡Los niños de ahora son unos desagradecidos!, ¡Esto en mi época no pasaba!"

Con el alcohol todavía por mis venas, me apresuré a entrar en el bus ante de que cerrase las puertas y antes de marcharme, le dije— ¡Bienvenido al siglo XXI, por cierto, tiene un moco colgando de su nariz! ¡Buenas noches, días, o lo que sea, señor conductor!

Reí para mi misma y mi hermano pareció no pillar la broma.— Nada, solo me he acordado de algo...

—De verdad tienes que tener cuidado de con quien te juntas cuando bebes... Mira tu cuello, por el amor de Dios.

Y me lo sigue recordando...

—Como si tú no te hubieses acercado a ninguna chica ayer...—reí para disimular.

Él hizo una mueca que no logré descifrar y rodó los ojos.— Ayer estuve todo el rato con Drew, fuiste tú la que te separaste de nosotros... Por cierto, antes me han llamado por el trabajo de niñera, quieren probarte, yo empiezo en el taller de coches la semana que viene...

Aquí la parte dura de tener que vivir solos, compaginar los estudios con el trabajo. A esta edad, todos tienen unos padres que les dan una casa, comida y sobretodo amor y cariño. ¿Nosotros que teníamos? Una tía y un primo los cuales nos pagaban lo que podían en la otra punta del mundo (para ser exactos Madrid, España) y unas grandes agallas para que a esta altura no nos hayamos ido con ellos a vivir. Si no hubiese sido por el maldito...

No, Louise, no vas a mencionarlo. Ya está superado.

—¡Hagamos una apuesta!

—No, Aiden, otra apuesta no.— exclamamos Drew y yo a la vez.

Finalmente, mi hermano acabó sacando toda su colección de juegos de mesa con los que estallamos de la risa, bailamos por toda la casa, imitamos a la mayoría de divas del pop y muchas cosas dignas de ser televisadas en los canales de más audiencia.

Si esto era como se sentía ser feliz, a la señora felicidad la recibiría con mis brazos lo más abiertos posible.

madness || Levi Jonesحيث تعيش القصص. اكتشف الآن