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CAPÍTULO 5

Pósters de Beyoncé.

Lo bueno de estar en mi último año en el instituto era que podíamos escoger una asignatura optativa, con la excusa de "para que no se os haga la semana tan pesada".

¡Pero si solo teníamos una hora de esa asignatura!

A la hora de elegir, lo tuve claro en todo momento. Ni me paré a pensar si el profesor me cogía manía, ni si era un señor mayor con ganas de fastidiar a todos sus alumnos. La música era música la diese quien la diese. Me aferré al asa de mi mochila y me adentré lo más segura posible en la clase del señor Parker.

Al entrar en el aula me quedé muy impresionada. Era más pequeña que las demás aulas (debido que la gente de mi edad es propensa a creerse que solo llegarás lejos con las asignaturas relacionadas con la ciencia) pero era única. Por las paredes se encontraban colgados carteles con todo tipo de compositores de música desde la época de Mozart hasta nuestros días con el querido Ed Sheeran. Además una de sus paredes tenía un gran armario lleno de instrumentos.

Seguramente mi cara debía de ser un poema, como la de una niña el día de Navidad. No había cosa que más me apasionase que la música.

En esta clase, tomé la iniciativa de sentarme en las primeras filas. La gente entraba sin prisa ninguna, ya que éramos pocos. Mi móvil vibró en mi bolsillo.

"Buena suerte con vuestro día, pringados Dunne.

PD; gracias por dejarme alojarme en vuestra morada, sigo vivo xx"

Reí al ver el mensaje de Drew por el grupo que habíamos hecho este fin de semana, el muy tonto se había quedado con nosotros sin avisar a nadie y decía que estaba atemorizado con la idea de regresar a su casa. Fui a contestar cuando el profesor entró en clase.

Guardé el móvil y levanté la vista. Un señor que aparentaba unos cuarenta años, entró con una sonrisa de oreja a oreja y una mochila colgando de su hombro izquierdo. El señor Parker era muy guapo para su edad, su pelo rubio parecía estar más oscuro debido a la gomina, y sus ojos marrones eran muy intimidantes.

—Bienvenidos a mi clase— saludó— Soy Jake, dejaros de señor Parker, ya que me hacéis sentir como mi vecino jubilado que va a echarle pan a las palomas todas las mañanas.

Reí y seguí observando el aula. ¿Habría sido él el culpable de que la clase estuviese decorada así? Los tontos de ciencias no saben lo que se pierden sin esta clase, además...

Levanté las cejas al ver lo que allí se hallaba. Un gran piano de cola. No pude evitar sonreír. El piano había sido mi instrumento favorito desde que tenía 4 años y me encontré uno en el salón de mi casa de Los Ángeles. A mi padre siempre le había encantado la música, incluso más que a mí. La sonrisa enérgica se convirtió en una nostálgica. Todo era muy extraño sin ellos...

—... y como iba diciendo, ¿a alguien le gustaría tocar alguno de los instrumentos?—miré al profesor y luego hacia abajo, no quería que me sacase.— ¿No veis tentador este ukelele que tengo aquí, o quizás ese bajo eléctrico?

Se creo un murmullo en la clase y él empezó a dar vueltas por nuestros pupitres hasta que se paró en el mío.— ¿Cómo te llamas y por qué mirabas al piano con tanta admiración?

—Louise, Louise Dunne—murmuré mirando hacia el suelo— No lo sé, señor Park... Digo, Jake.

Él rió y me dijo que le acompañase hacia el piano el cual estaba frente a todas nuestras mesas.

—¿Me estás diciendo que no te gustaría tocar esta preciosidad?— dijo y pasó sus dedos por varias teclas— Algo me dice que sabes algo de piano... ¡Bueno, apostemos algo!

Reí al recordar a mi hermano ¿pero qué le pasaba a todo el mundo con las apuestas?

—Siendo yo guitarrista, voy a intentar tocar el piano con los ojos cerrados, si me equivoco, podrás librarte y volver a tu sitio, pero si lo hago bien, tocarás algo para todos nosotros—oí como algunos de los alumnos o alumnas soltaba una carcajada— y por esas risas tan elocuentes, podrás elegir a alguno de tus queridos compañeros para que te acompañe.

Sabía que no podía negar la apuesta así que crucé los dedos para que se equivocase cambiando de pedal, o que fallase alguna nota de alguna de las dos manos. Pero no, ahí estaba Jake Parker, con su corbata tapando sus ojos marrones, tocando el primer movimiento de la Quinta Sinfonía sin cometer ningún error. Realmente me estaba impresionando la destreza que demostraba moviendo sus dedos, era como si se estuviese comiendo una piruleta y que esta se lo estuviese poniendo fácil deshaciéndose en su boca. Los murmullos de la clase cesaron y podía sentir como todos lo observaban con los ojos bien abiertos. Consciente de que la apuesta estaba más que perdida, dirigí mi mirada a mis compañeros para ver a alguien que estuviese algo dispuesto a tocar conmigo. Y mientras el profesor tocaba aquel la que daba fin a la composición le vi.

El chico del autobús estaba sentado en una de las últimas filas, dormido sobre la mesa.

No pude evitar sonreír y como si le hubiese despertado mi silenciosa risa, abrió los ojos y me dio una sonrisa de lado.— ¿Y bien Louise? ¿Has encontrado a alguien que se atreva a salir contigo?

Miré de nuevo a Levi, el cual levantó una hoja de libreta en la que ponía "no le digas que he estado durmiendo", solté una risa y el profesor se giró para ver a los alumnos, ya que estaba de espaldas a ellos.— Pero hombre, Matthew, ¿se puede saber que hace con un cartel? ¡Sus ronquidos se oían desde la sala de profesores!

Todos reímos y Levi o Matthew, que así es como le llamó el profesor se disculpó.— Ni disculpas ni nada, si tan aburrida le parece la clase ¿por qué ha cogido esta asignatura?

Se creó un silencio sepulcral en el aula, la tensión se palpaba en el ambiente.— ¿Por los pósters de Beyoncé?

La clase estalló en risas e incluso al profesor se le escapó una carcajada.— Venga, acompañe a su compañera, algo me dice que esas manos tienen futuro como pianista...

Tomó aire y se levantó de su sitio, para avanzar entre las mesas y sentarse a mi lado en el banco del piano. Maldije por lo bajo cuando sentí como todos ponían sus miradas en nosotros, no me gustaba que me mirasen.

Mientras el profesor nos presentaba, no pude parar de temblar.— Relájate— me sonrió y puso su mano sobre la mía— Empieza tú y yo te sigo, no podemos hacerlo peor que el profesor ¿no?

Rodé los ojos y él rió para después esperar a que yo diese la señal. Tomé aire, y con todas mis fuerzas empecé a tocar las notas de una de mis canciones favoritas, me sorprendí cuando oí el arreglo que Levi estaba haciendo por la parte aguda. Levanté mi vista del piano y vi como el profesor nos miraba con una sonrisa, yo me encogí de hombros y seguí tocando, seguimos tocando.

—¡Esto ha sido magnífico, majestuoso!— empezó a gritar al terminar.— Pero señor Jones, le quiero aquí cuando se terminen las clases, señorita Dunne acompáñele usted también.

Ahí fue cuando nuestras sonrisas desaparecieron... ¿Se podía saber que habíamos hecho mal ahora?

......

¡Hooola! Extrañé escribir durante este corto periodo de tiempo, pero aquí estoy de nuevo para que me podáis dar todo el hate posible :D (es broma, eh)
¿Cómo están, qué tal el capítulo? (creo que es el más largo que he escrito)
Bueno, soy muy weird y no sé que decir, así que nos leemos <3

(puede que luego suba otro capítulo, estoy inspirada but no prometo nada JAJAJ)

madness || Levi JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora