Capitulo 1: Nuevo día, nuevas noticias

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ARIA POV'S.

Me desperté de golpe al escuchar mi nombre ser gritado por papá desde la primera planta. Ese era el día de otra mudanza y lo más común que sucedía era que me trasnochaba empacando bien y al otro día sería difícil madrugar.

Me levanté del sofá un poco –muy– adormilada y arrastré las maletas fuera de la habitación donde antes estaba el salón de juegos –futbol y juegos de mesa– de mi hermano Drake. Utilicé toda la fuerza que mi cuerpo tenía para cargar las maletas hasta el inicio de las escaleras que conducían a la planta baja.

Por poco me caigo de culo contra el piso por todo el esfuerzo que hice.

Sería buena idea poder lanzar las maletas por las escaleras y así no tendría que cargarlas, pero una contiene mi ropa interior todas esas cosas que una se echa sobre el cuerpo y la otra está llena de la ropa que nunca usaba pero que de todas formas mamá me hacía llevar a todos lados por si había una emergencia y no quería que a alguna se le reventara el cierre y todo lo que llevaban quedará en "libertad" por la sala de estar.

Tomé una gran bocanada de aire y agarré las maletas con mis manos, obviamente. Bajé despacio las escaleras para evitar caerme y llegué a mi destino. El primer piso.

—Uh, casi me sale una hernia —murmuré para mí misma y logré arrastrar las grandes maletas hasta la puerta de entrada.

Papá y Drake estaban terminando de organizar el equipaje que llevaremos a la nueva casa. Había dos grandes camiones detrás del auto en donde estaban los muebles que llevaríamos.

Carraspeé para llamar su atención y ellos miraron en mi dirección. Les señalé el equipaje antes de hablar.

—No sé cómo montar eso en el auto.

—Ayúdale a tu hermana, hijo —papá le dio un empujón a Drake en el hombro. Él giró los ojos bufando y caminó hasta mí por lo que sonreí.

—Eres una debilucha, Pala —. Masculló Drake haciendo referencia al apodo que me decía cuando estábamos más pequeños. Tomó las maletas en sus manos con gran facilidad.

Claro, como él hacía deporte cuatro veces a la semana tenía fuerza. Por mi parte casi me caigo por las escaleras y a él le parece como si no fuera algo muy difícil.

—Por eso eres mi hermano favorito.

—Soy tu único hermano, Pala.

Le di un golpe en el hombro a lo que volvió a bufar. Regresé al interior de la casa y caminé despacio hasta la concina en donde se encontraba mamá terminando de guardar unos platos en las grandes cajas.

—Hola... —saludé, ayudándola a terminar de empacar.

—Hola, hija —respondió sonriéndome—. Mira como estas de guapa acabada de levantar.

Más bien parecía un león pero asentí. Esas eran sus frases más comunes.

—Ya estás tan grande.

—No empieces, mamá, por favor. Sé que te pones nostálgica al saber que estoy creciendo pero recuerda que no te olvidaré. Tampoco me iré muy lejos si es que alguna vez me voy. Lo que ocurrió con Marianna no creo que se repita en mí.

Me enoja que piense que algún día la dejaré sola y la olvidaré pero estoy muy segura que eso no pasará.

"Eso no lo sabes bien".

Mamá asintió con su cabeza y miró hacia la ventana que daba a la otra casa.

—Ya nos vamos, ma —. Drake apareció en la cocina y tomó dos cajas que hacían falta llevar al auto.

¿Quieres guerra? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora