Capitulo 8: Doble detención o un helado.

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ARIA'S POV

Puse toda mi fuerza de voluntad para no soltar una carcajada pero estaba por estallar. Mi puño casi dentro de mi boca evitó que eso pasara.

El director frunció el ceño pero sabía que también estaba aguantando la risa. Nicolás me golpeó la mano e hizo un gesto hacia el señor sentado frente a nosotros.

Miré expectante a ver que decía el director.

—Así que te están creciendo los pechos —afirmó moviendo las cejas.

—Así es, don—respondió Nicolás mirando hacia su pecho. — Hoy mismo me comenzaron a crecer y mi nueva amiga Aria me ha prestado un sexy sostén que me queda DI-VI-NO.

Uh. Bastante afeminado viniendo de un hombre. De esta no íbamos a salir ilesos, lo presentía.

—Entonces, ¿Aria no lleva sostén?

Dios, ¿en serio preguntó eso? Poco a poco sentí como mis mejillas comenzaban a teñirse de rojo.

—Correcto —Sentí la mirada de ambos sobre mí y cómo la sangre me subía hasta las orejas.

—Aria...— dijo el director comenzando a cambiar el tema de mi sostén—, ¿Cómo fuiste capaz de tomarte los dos litros de agua de un solo sorbo sin ahogarte?

—Eso es porque tiene un cerebro muy grande.

¿Qué?

—¿Y puede decirme, Hamilton, en que se relaciona el tamaño de su cerebro con la capacidad de tomar dos litros de agua de un sorbo?

Nicolás mordió su mejilla y comenzó a mover la pierna.

—Pues el cerebro lo tiene que ver todo, pues, porque cuando el agua estaba llegando a su cerebro este envió un mensaje a todas las neuronas por medio de la sinapsis en la que se enviaba... —Siguió explicando y el director lo calló. Demás que no había entendido nada.

— Y luego escupió el agua y por esto tiene el uniforme del equipo —terminó el director por él.

—Aja.

Miramos otros minutos al director quien se quedó mirando el techo.

— ¿Qué voy a hacer con ustedes dos?

— ¿Qué le parece, querido director, si nos invita a un helado y problema arreglado?

Oh no, este está loco si creía que el director lo invitará a comer helado luego de haber dado un discurso tan...

—No.

— ¿Por qué no?

— Porque no invito a helado a los chicos que usan sostén sin alguna razón.

— ¡Pero ya le dije que me están creciendo los pechos!

— Pues no le creo, Sr. Hamilton y además no veo que tenga 'pechos'.

— ¿Es que los quiere ver? — Preguntó.

Si, estaba segura que a él lo habían dejado caer de pequeño.

— ¡Claro que no! — exclamó el director indignado por el atrevimiento de Nicolás.

—Entonces invítenos a helado o no hay trato.

— ¿Y cuál trato le he propuesto yo?

—Nos invita a un cono de dos bolas de helado y ya, todos felices.

¿Quieres guerra? ©Where stories live. Discover now