Para explicar las razones que llevaron a Beatriz a buscar a su antiguo maestro habría que ir año y medio atrás, cuando conoció a Andrés.
El joven era una ensalada de orígenes: mitad italiano, mitad cubano. Mitad de su vida vivida en Londres y otra buena parte en el sur de California. Cuando ella lo conoció era un recién llegado a su ciudad, y a pesar de que su español era perfecto - con un peculiar acento que a ella le volvía loca - no se sentía por completo en casa.
La carrera de Tiz estaba en un punto crucial de despegue, y por lo tanto, ella se permitía poco tiempo para salir con amigos y aun menos para tener citas. El italiano,sin embargo, logró cautivarla desde la primera conversación, que fue extrañamente profunda para ser alguien que había visto en un bar por primera vez 15 minutos antes.
El mensajeo que vino los días siguientes fue casi interminable. Beatriz tenía 22 años, Andrés 28. Sin embargo, era un mar de experiencia lo que los separaba y el viajero tenía un sinfín de historias para compartir con la casi graduada. Beatriz leia atentamente y se sonrojaba a menudo por sus palabras.
" Eres una mujer muy bella"
Leyó una tarde de escuela. Sonrió para sus adentros y se apresuró a responder:
"Ya nadie dice cosas como esa. Simplemente te invitan a salir"
"Pues salgamos entonces"
Texteó el joven desde su habitación.
Beatriz vió su foto de perfil una vez más; chinos alborotados se ondulaban sobre su frente, ojos verde esmeralda miraban al frente y una sonrisa seductora que - ella sentía - estaba ahí con la finalidad tentarla.
Respondió que sí.
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Sobresaliente: Parte II (completa)
Short StoryÉl era mayor que Tiz por 13 años. Tiz tenía 19 y era su alumna en clase de literatura inglesa. Y ambos sabían que no debían involucrarse.
