¿Quieres ser su novia?

| veintiSÉis |

—¿Tú...? — Tomó el que era su asiento regular en la clase mientras Keth seguía hablando—. ¿De verdad crees que la nota va de eso?

Keth se sentó al lado suyo, así que Cal no tuvo que alzar demasiado la voz al releer la carta.

—«Cal: ¿alguien te ha dicho que tienes una sonrisa estupenda? Hablo que, en serio la tienes. Espero que sonrias al ver esto, así sabré que hacer esta nota no fue un error después de todo» —Tuvo que reprimir el impulso de sonreír. Le gustaban los cumplidos. Por su parte, Keth no podía tener el ceño más fruncido mientas lo observaba atentamente—. A alguien le gusta mi sonrisa y envía la nota con letras de revistas para que no reconozca su letra. Estoy bastante seguro de que es eso.

—Quizás —contestó Keth.

—Y ya sé quién es —agregó Cal, dándose por vencido y sonriendo al fin.

La profesora habló casi al mismo tiempo que Keth susurraba:

—¿Quién?

—¿Eres nuevo aquí? —Ella estaba señalando a un chico rubio sentado a la izquierda de Cal-. ¿Y cómo es tu nombre?

Pero Cal ya sabía el nombre de aquel chico.

Y Keth también.

—Dominic Plezt. —Contestó él.

Cal se dio una palmada en la frente como si no pudiera creer su mala suerte, mientras tanto, Keth no pudo evitar lanzarle una mirada de advertencia.

Odiaba a ese chico.