Mi compañera Gardevoir

¿Por qué pasa esto?

Pasaron casi 3 meses desde la última vez que tuve una etapa de depresión. Todo fue tranquilo y feliz durante ese tiempo, pero aún no puedo olvidar ese sentimiento de causarme daño, fue algo tan repentino que me sigue causando dudas.

.-Gerardo, ¿donde estás? -dijo Miia.

.-Estoy en mi cuarto. -le contesté.

.-¿Puedes venir? Necesito un poco de ayuda.

.-Donde estás.

.-En la cocina.

Me pare de la cama y camine a la cocina donde estaba Miia. Ella estaba subida en un banco intentando agarrar un bote de galletas.

.-Con que para eso quieres ayuda.

Me acerqué, agarre el bote y se lo di. Cuando le di el bote se puso feliz y me dedicó una sonrisa.

.-¿Y bien? -le dije en un tono serio.
.-Que se dice después de que te dan algo.

.-Gracias. -me dijo alegre.

.-Bueno, ¿y ahora que hacemos?

.-No sé, no se me ocurre nada.

.-Quieres ir a buscar una batalla, jugar videojuegos, ver una película, ¿que piensas que es bueno?

.-Pues tal vez deberíamos ir por una batalla, ya casi soy nivel 20. Ya quiero evolucionar. -me dijo emocionada.

.-Me parece bien. En un rato vamos.

Regresé a mi cuarto y me acosté en la cama.
Me quedé pensando un rato en esa idea de dañarme sin sentido.

.-Yo se que quieres, es la única manera de estar tranquilo. -me lo dijo una voz dentro de mi cabeza.
.-Yo lo sé, te conozco. Sabes que no vales, no sirves.

.-Oye, ¿qué sucede? -me pregunto Miia extrañada.

.-¿Que? Amm, no, nada nada, solo pensaba. -le respondí confundido.

.-¿Ya vamos por la batalla?

.-Claro, vamos.

Salimos los dos de casa. Miia iba en mis hombros como era de costumbre.
En el camino pasamos por un pequeño local en el cuál tenían un cartel pegado que decía: "Se venden caramelos raros".
El cartel me llamó la atención por lo que decidí pasar a preguntar por el precio.

.-Buenas tardes. -dije al entrar al local.

Nadie respondía. Al ver que nadie respondía, decidí ponerme a ver un poco lo que tenían en la tienda.

.-¡Mira eso! -dijo Miia al ver una cola de slowpoke en una vitrina.

.-Vaya, al parecer aquí venden cosas realmente raras.

.-¿Asombrados de lo que ven? -se escucho la voz de un señor algo anciano.

.-Oh, buenas señor, no lo había visto.

.-No importa chico. Bueno, que has venido a buscar.

.-Amm, bueno, ví el cartel de los caramelos raros y quisiera saber el precio de ellos.

.-Cada uno te sale en 5000 pokedolares. ¿Te interesa comprar uno?

.-Si.

.-Eres el primer entusiasta que quiere comprar uno y no se quejó del precio.

.-Bueno, todo sea por esta pequeña. -le dije mientras señalaba a Miia.

.-Supongo que quieres hacerla evolucionar.