Mi compañera Gardevoir

Una razón.

Me tenía en la ventana, sin ninguna esperanza, solo quería que todo terminara de una vez, poder ser libre de una vez.

Perdía mis fuerzas lentamente, pensaba que sería más rápido pero todo era muy lento, como si quisiera que me arrepintiera.

No veía razón alguna para detenerlo, solo quería irme. Los demás no me importaban ya, ni lo que perdería ni lo que provocaría.
Quería alejarme por fin de todos, poder dejar de llorar, de sufrir y de ser, dejar de ser yo, dejar de ser ese sujeto inestable y temeroso.

Todo llegaba a su fin, ese esperado fin que había retenido, me dolía pero en el fondo era feliz, feliz de algo que soñaba por cumplir.

Pude sentir ese lento y penoso último aliento escapar de mí, era como una brisa tranquila que te relaja en un momento de paz y tranquilidad.

.-¿De verdad quieres hacerlo? -la chica que había visto apareció frente a mí, tranquila y sin importarle lo que estaba haciendo.

.-¿Estás seguro? -me insistía con tranquilidad.

.-N-n-no lo sé. -dije débilmente gastando mis últimas energías.

La presión en el cuello se desvaneció, y comencé a caer al suelo lentamente como si alguien me estuviera deteniendo.

Abriendo débilmente mis ojos, pude ver a la chica, ella me estaba deteniendo.
Me dejó en el suelo para poder recuperar mis fuerzas y descansar.
Caí dormido, perdí la noción del tiempo y podría jurar que dormí por días aunque no sé cuánto tiempo pasó.

Al despertar, seguía en el piso, me sentía bastante débil que ni siquiera podía abrir bien los ojos.
Con lo poco que pude ver, noté que ella seguía conmigo, sentada tranquilamente, incluso parecía que esperaba por mí.

La observé por un momento, como si la estuviera admirando. Se veía tan tranquila, su expresión era de seriedad, una seriedad tan profunda que me dió miedo por un momento.

Mire a todos lados, intentado confirmar que seguía en mi cuarto, a pesar de que sabía que si lo estaba. Cada vez podía abrir más los ojos, pero el resto de mi cuerpo aún era bastante débil.

Intenté explicarme de alguna manera como es que ella estaba ahí, como es que había llegado, o por qué me salvó sin siquiera conocerme realmente.
Probablemente era una alucinación, pero no podía explicarme el que fuera una chica y además con esas características, nunca había visto nada parecido.

Ella estaba viendo fijamente en dirección a la ventana, supuse que intentaba ver el exterior o explicarse el por que decidí ese lugar. Se notaba tranquila, como si nunca nadie ni nada la pudiese desconcentrar de su momento de observación.

Me atrevo a decir que se veía majestuosa, su tranquilidad era reconfortante, me hacía sentir seguro el estar con ella en el mismo lugar.

Sin razón alguna, se giró para verme, y noto que yo igualmente la estaba viendo. Pensé que me haría algo, pero en lugar de eso me sonrió cálidamente.

Se acercó lentamente a mí, y como estaba boca abajo, me tomó de los hombros y me giró. Al girarme, notó mi marca del cuello.