Mi compañera Gardevoir

Sólo como magia.

Llevo un tiempo sin salir de mi casa, no voy a la escuela, ni tampoco salgo de mi cuarto.
Solo me la paso encerrado escuchando música ya que es lo único que no me aburre ni detesto hacer.

Ahora me pregunto - ¿Vale realmente la pena hacer esto? Solo me estoy arruinando más la vida y me dejo llevar por comportamientos e ideas estúpidas. Bah, que importa todo eso, si al final todo se resume en una sola cosa, y esa sola cosa por más simple que sea, por más predecible que sea, se puede saber en un instante. ¿Por qué? Exacto, todo se resume a eso. Es estúpido, lo sé, pero vamos, es la manera más sencilla de verlo.

.-¿Estás pensando en tus cosas de nuevo? - Me pregunto Miia mientras entraba al cuarto.

.-¿Pasa algo? - Respondí con indiferencia.

.-Nop, solamente quiero estar un rato contigo.

.-Oh bueno, si eso es lo que quieres.

.-¿Me vas a decir que no? ¿Me correrás de la  habitación de nuevo?

.-No te sacaré de la habitación de nuevo, pero tampoco es que puedas esperar que hable contigo.

.-Aunque no quieras hablar, me puedo seguir  metiendo en tu cabeza. -La escuché dentro de mi cabeza y me dí cuenta de que uso psíquico.-

.-Agh. -Me quejé- ¿No recuerdas lo mucho que me molesta que uses eso?

.-Si, si que lo recuerdo -Soltó una leve risa- Pero me gusta hacerlo, es divertido molestarte.

.-Y así esperas que uno no te saque de la habitación...

.-Bueno, deja de ser tan llorón y déjame estar un rato contigo. -Se acercó a la cama- ¿Que te parece?

.-Esta bien, no te puedo decir que no.

Me senté en la cama y ella igual, se puso a mi lado y me abrazo.

.-Extraño poder estar contigo, me siento sola.

.-Yo igual, pero... -Me quedé sin palabras por un momento- Pero, simplemente no quiero hacer nada, ni estar con nadie, pero también me siento solo y es bastante patético.
Digo, todo lo que hago es patético, ¡yo soy patético!

.-Para mi no lo eres, ya lo sabes. -Me abrazo más fuerte-

.-Debería solo de pensar en ello, debería solo tener en cuenta las cosas buenas que me dices y el cariño que me das.

Voltee a verla, y ella igualmente volteó.
Me le quedé viendo a los ojos por un momento, mientras ella sonreía alegremente.

.-Te digo algo.

.-¿Qué pasa?

.-Así cómo estamos ahorita, me dan muchísimas ganas de darte un beso, pero sería demasiado cursi o cliché. Y bueno, también, probablemente alguien me diría algo. -Después de decir eso, mi mirada se quedó perdida sin razón alguna-

.-Yo se que quieres hacerlo, no te resistas.

.-Si que quiero, pero no lo haré. Es más, te dejaré con las ganas.

.-¿Qué? -Noté que se sonrojó un poco- ¿Dejarme con las ganas a mi? Pero si tú dijiste que querías hacerlo.

.-Yo lo dije, pero tampoco estás negando que no te gustaría.

.-¡No es cierto! -Gritó quejándose-

Me dejó de abrazar y me dió un golpe en el brazo.

.-¡Hey!

.-¿Qué? Tú te lo ganaste.

.-Pasaste de ser mi pareja cariñosa a mi ""pareja"" violenta. -Me reí-